Míchel ya mira al mercado invernal como lo hace el malaguismo, «por necesidad», pero el técnico blanquiazul está confiado en revertir la delicada situación que atraviesa el Málaga CF. El entrenador pasó ayer revista en los micrófonos de La Jugada Málaga de Canal Sur Radio y apuntó algunos detalles interesantes que rodean al equipo, a su pasado y a su futuro. «Si llego al 30 de junio también será una buena noticia para el Málaga», decía.

Lo cierto es que Míchel mira también al mercado invernal que se abrirá en enero, pero sobre todo como una necesidad para el equipo. «Miro al mercado por necesidad, pero más lo mira el director deportivo que ha llegado, Husillos, que sabe y que veía los partidos del Málaga en Grecia. Son las cuestiones que hemos hablado. Necesitamos, desde mi punto de vista, reducir la plantilla», dijo en primer término, a la vez que detallaba las necesidades del plantel. «Coincidimos con Husillos. Necesitamos a alguien atrás y a alguien en el centro del campo y, si pudiese venir alguno para el ataque, sería fantástico. Pero tendríamos que dar salida a otros. Salidas en verano se produjeron en las últimas semanas. Luego puedo dar mi opinión, pero no tengo el dinero ni sé la capacidad que tiene el club para la búsqueda de jugadores que nos sean prácticos».

Míchel también fue cuestionado sobre si se había planteado marcharse. «No, me había comprometido y tengo mucho compromiso con mis jugadores que me decían muchas cosas a mí, y no sólo a mí, también a Arnau o a Husillos, a los que les decían que no se les ocurriera quitar a Míchel. Eso significa que yo no he tenido dudas, porque yo creía y creo en el equipo, más allá de los resultados que estamos viendo», argumentó. «Se habla mucho de la paciencia que está teniendo el club, y es verdad, pero yo también he tenido paciencia. Podemos decir que entre todos hemos tenido mucha paciencia. Los directores deportivos, que son mis jefes y pasan la información a la propiedad, tienen tanta información que prefieren continuar en lo que creen. Saben qué tiene que ocurrir antes de que pase una situación», puntualizó.

Al entrenador se le preguntó por la planificación. «Creo que si todos pudiésemos meternos en la máquina del tiempo y volver al 21 de mayo, cuando terminamos la Liga, e incluso más atrás, cuando yo no estaba, el día que se marchó Juande, los que estaban y los que estamos actuaríamos de otra manera. Son consecuencias que te ponen en un riesgo que no necesitábamos. El equipo tenía que estar en mitad de la tabla y se han puesto en riesgo muchas cosas y cuando te toca la china te las tienes que comer tú solito».

«En los últimos dos años, que yo he heredado una parte de esta plantilla, se ha gastado en jugadores que deberían ser titulares indiscutibles y por circunstancias no lo han sido. Eso es una noticia mala para el equipo», dijo sobre la calidad de la plantilla.

Y continuó sobre la planificación. «Dejaría de lado la calidad de plantilla y la implicación porque por elevación somos nosotros los que hemos tomado esas decisiones. Tienen su currículum y son buenos. Hemos perdido una buena oportunidad de hacer un equipo más estable. No es mi cometido, ni me quiero quitar esa responsabilidad, pero ahí nos hemos equivocado, y eso al final influye porque parece que los que han venido son peores o que no tenemos soluciones. Y no es eso. Entre todos teníamos la obligación de haber hecho una mejor planificación. Yo no tengo el dinero, pero eso no me quita la responsabilidad porque soy el entrenador. Podíamos hablar hasta el 1 de septiembre, pero al final el que se queda delante es el entrenador», apuntó Míchel, que aseguró que el partido contra el Deportivo es una final y que como tal la están preparando.