El verano asoma por la esquina y el césped de La Rosaleda muda su piel. Es una práctica habitual para que llegue en las mejores condiciones a la pretemporada y para que no sufra en los primeros meses del próximo campeonato.

Desde que terminó la competición liguera y se han desarrollado diversos acontecimientos con patrocinadores sobre el verde la semana pasada, el club ya ha ido preparando el cambio de hierba. Las obras se vienen desarrollando desde el pasado lunes y se prevé que hoy miércoles ya esté retirado completamente el verde.

La empresa RoyalVerd se encarga de estas tareas denominadas de transición, que comenzaron la semana pasada con un herbicida selectivo para la variedad de hierba de invierno.

En estos dos últimos días una máquina escarificadora, bien a lo largo, a lo ancho o en diagonal, se va llevando el material vegetal para que luego una máquina sembradora meta la semilla de verano, la 'bermuda'. Posteriormente, se receba (cubre) el terreno con arena de sílice. En total, se emplean 60 toneladas de arena con la recebadora, apunta el club a través de una nota informativa.

El proceso sigue con cortos y periódicos riegos en una Rosaleda cuya base es la antes mencionada bermuda, que cambiará del césped de verano al de invierno alrededor del mes de octubre (el año pasado se realizó el proceso antes de la visita de la selección Española a Málaga), en la tradicional transición de bermuda a 'Ray Grass'.

Este proceso ya se completó semanas atrás al Anexo y está previsto que se haga al Estadio de Atletismo en los próximos días.

Esta resiembra ha impedido que el Málaga Femenino disputase su último partido de la temporada en La Rosaleda. Y es que la intención de los rectores blanquiazules era esa a tenor del premio del ascenso. Convertir el estadio blanquiazul en una fiesta y en un homenaje a las féminas que han devuelto al Málaga a Primera. Pero los trabajos sobre el césped han impedido ese extremo, por lo que será ya el año que viene cuando jueguen en Martiricos algún partido.