El ascenso del Atlético Malagueño a Segunda B la pasada temporada fue, junto al ascenso del Málaga CF Femenino a la Liga Iberdrola, motivo de celebración para el club y la afición. Pero cinco meses después de conseguir el ansiado objetivo de llegar a la categoría de bronce del fútbol español, un reto que se buscaba desde hace una década, el filial malaguista no está dando la talla en el Grupo IV, donde es colista con cero puntos y se ha convertido en el peor equipo en la historia de categoría tras ocho jornadas disputadas con el actual sistema de competición.

Partiendo de la base de que la misión principal del filial es la de dotar al primer equipo de jugadores, el hecho de que a día de hoy no sume ningún solo punto, cuente sus partidos por derrotas y solo haya conseguido dos goles, deja la planificación en muy mal lugar.

Y es que, convertirse en el peor equipo en la historia del Grupo IV, le ha costado el puesto a Dely Valdés, héroe del ascenso hace unos meses y ahora señalado como uno de los culpables de la debacle del filial. Por ello, para intentar cambiar la dinámica de un equipo que no consigue tomarle el pulso a la categoría, Rafa Gil, director de la cantera, ha sustituido al panameño por Manolo Sanlúcar, un técnico que conoce la categoría y en el que el dirigente malagueño confía para reconducir la situación. Con cuatro entrenamientos dirigidos, el gaditano se sentará por primera vez en el banquillo del filial el domingo ante el Jumilla, donde se podrán ver los primeros trazos del ideario del técnico gaditano.

¿Es Dely el único culpable de la situación en la que se encuentra el Malagueño? Pese a que el técnico panameño no ha sabido exprimir el potencial de una plantilla muy mermada y mal confeccionada tras el ascenso, no es el único causante para haber llegado a esta situación. La planificación, tras la salida de Antonio Tapia como director de La Academia, llegó tarde y a trompicones. Jugadores clave en el equipo como Jack Harper, Hicham e Iván Rodríguez dieron el salto al primer equipo debido a las necesidades de éste tras el descenso a Segunda y además han dejado marchar otros nombres propios como Kuki Zalazar, Abeledo, Altamirano o Clavería que podrían haber rendido en Segunda B.

En todo caso, el filial sigue contando con jugadores de talento y que tienen potencial para pelear por mantener la categoría. Porteros como Kellyan o Samu, defensas como Abqar, Alberto López, Ian Soler o Álex Robles; centrocampistas de la talla de Deco, Iván Jaime o Keidi Bare y delanteros como Joel o Grasa, son algunos de los talentos de La Academia llamados a cambiar la dinámica del equipo.