Cuatro años de recursos y de litigios interminables
BlueBay entró en el Málaga CF en el verano de 2013 y gestionó la dirección deportiva del equipo tras el año de Champions
El «caso BlueBay» ha sido noticia en el Málaga CF, desde que la hotelera entró en el club en verano de 2013 como patrocinador, gestor y también como accionista. Sin embargo, el camino de ambas partes se separó rápido y desde entonces han vivido desencuentros en los juzgados e incluso fuera de ellos. Una batalla judicial que arrancó el pasado 13 de febrero de 2015 con la demanda que puso Jamal Iglesias -presidente de la hotelera BlueBay- a Abdullah Al-Thani por apropiación indebida de las acciones del club y que vuelve a vivir su punto álgido con la cita de este martes y miércoles en la Ciudad de la Justicia de Málaga.
El camino para BlueBay hasta llegar a este punto ha sido largo, de desgaste, con un proceso dilatado por los recursos del presidente y las querellas interpuestas por vía penal a Shatat, Ghubn e Iglesias.
Hay que recordar que BlueBay, sin experiencia en el mundo del fútbol, entró en la gestión del Málaga CF tras el año de Champions y con una deuda del club gigantesca. Y comenzó a gestionar la entidad con fichajes como los de Schuster, Angeleri, Bobley, El Hamdaoui, Tissone y Chen, entre otros.
Meses antes, BlueBay y Al-Thani firmaron un acuerdo de compra-venta en una notaría de Estepona por el importe de 1 euro por el 49% de las acciones del dirigente -NAS Spain-, además del control del club. Tras ese acuerdo, que firmó Shatat como apoderado del presidente, la empresa hotelera no reafirmó la compra del 49% de las acciones de Al Thani, por lo que no encontró la validez del CSD. Sin embargo, la gestión del club se protagonizó y la hotelera reclama el acuerdo.
El día de antes de celebrarse la audiencia previa -15 de febrero de 2015-, la defensa de Al-Thani presentó sendas querellas criminales a Shatat, Ghubn e Iglesias por falsedad documental.
Eso provocó que el juicio pasara a la vía penal y demoró más la causa. Durante junio y julio de 2016 declararon Shatat, Iglesias y Ghubn, aunque no Al-Thani, que no ha llegado a declarar ante la justicia. Sin embargo, en noviembre de ese mismo año la jueza desestimó dichas querellas.
Los recursos de Al-Thani desde entonces siguieron frenando el proceso. Pero ahora la causa vuelve a la vía civil para abordar un juicio que debió iniciarse a mediados de 2016.