La resaca tras el partido en Soria, en el Estadio de Los Pajaritos ante el Numancia, no está teniendo una digestión sencilla. El empate dejó un sabor amargo en el malaguismo. Y no tanto por el resultado, sino por las malas sensaciones una jornada más. El conjunto blanquiazul volvió a estar lejos de ser un equipo ambicioso en busca del triunfo y por momentos se vio superado por un rival que mira más hacia el descenso que hacia el play off. Una decepción, otra, que deja algunas secuelas en el malaguismo.

Los daños pueden ser más graves de lo que parecen. Y van más allá de las cuatro bajas que tendrá el Málaga CF de las que dos son propiciadas por compromisos internacionales.

Sobre todo, las miradas están puestas en el entrenador blanquiazul. Juan Ramón López Muñiz consiguió de manera triunfal girar la dinámica de un equipo perdedor para convertirlo en uno ganador. Fue tras un verano convulso y con un inicio de temporada realmente ilusionante. Sin embargo, las últimas jornadas han dañado la imagen del asturiano, que no termina de dar con la tecla y que también está acusando el desgaste de ser siempre la primera línea de cara al exterior de todo el club. A Muñiz se le recrimina sus planteamientos con marcado acento defensivo incluso ante rivales teóricamente inferiores. Y también un discurso, por momentos, alejado de la realidad que el equipo ha vivido sobre el césped. Incluso el capitán Fede Ricca, al término del partido en Soria, lamentó que el planteamiento no hubiera sido más ofensivo de salida, lo que evidencia que hay voces dispares en el seno del grupo.

Pese a que su trabajo y su implicación están fuera de toda duda, algunos dedos señalan al técnico como el principal culpable de la situación y abogan por un cambio en el banquillo. Sin embargo, el gijonés se ha ganado por el momento el derecho y el crédito suficiente para intentar revertir esta mala racha, que sin embargo ya acumula sólo nueve puntos de los últimos 24 posibles.

Las sensaciones con Muñiz vienen de un caldo de cultivo desde las últimas jornadas, donde incluso se le ha recriminado públicamente desde la grada su planteamiento. Pero no es el único que está en el punto de mira del malaguismo.

El otro gran señalado es Seleznov. El delantero ucraniano es el gran fiasco del mercado invernal. Llegó a Málaga el primero, pero su rendimiento está siendo muy deficiente. Llegó a un nivel físico bajísimo y aún está en proceso de recuperación.

Seleznov salió por segunda vez de titular en el Málaga CF en el partido en Los Pajaritos, pero desaprovechó la ocasión. Su presencia ofensiva fue nula y se le vio a contracorriente en varias acciones del partido. Ya ha participado en 9 partidos, suma 264 minutos y su bagaje ofensivo es nulo. Más que sumar, parece que de momento resta.

Pero si Seleznov quedó retratado, Blanco Leschuk recibió un tirón de orejas con su no titularidad. El argentino lleva sin ver puerta una vuelta y Muñiz decidió darle un toque de atención. El «9» malaguista no reaccionó de la manera esperada cuando salió al terreno de juego, aunque es evidente que tiene que jugar ya que no hay más alternativas reales a él en estos momentos. En esta sequía ha disputado todos los partidos de titular sin ver puerta. Demasiado crédito perdido.

Más señalados

En la misma cadena se encuentra Jack Harper. El canterano viajó hasta Soria pero fue uno de los descartes, junto a Lombán. Todo eso cuando tampoco había muchas más alternativas en el banco. Pero al fuengiroleño Muñiz le encuentra disperso, sin claridad en su juego y con menos presencia que cuando arrancó la temporada y maravilló al malaguismo. Los rumores apuntan a que su distracción viene propiciada por una negociación abierta con el Getafe para firmar a partir de la próxima campaña. En cualquier caso, el delantero aún no ha aclarado su continuidad en Málaga, donde el club tiene una opción unilateral para ampliarle el contrato. Esos frentes abiertos lo alejan del césped y lo acercan a la grada.

Otros señalados, aunque a menor escala, fueron de manera directa Keidi Bare y Mula. Ambos, tras una pésima primera mitad, fueron sustituidos en Los Pajaritos en el paso por vestuarios. El albanés ha bajado prestaciones y el catalán aún no está a tono tras meses inactivo. Tampoco Iván Rodríguez ha sido ajeno a las críticas, aunque no estará por sanción ante el Nástic dando paso a Cifu.

No son los únicos, ya que hombres importantes en el equipo como N'Diaye, Pacheco o Renato no están ofreciendo el rendimiento esperado a principio de curso, ya sea por una razón o por otra. Ellos estaban llamados a marcar diferencias y no lo están haciendo.

Demasiados nubarrones y muchas dudas justo cuando el equipo entra en su recta final, en la fase decisiva del campeonato. Un tramo en el que ahora mismo se encuentra a seis puntos de la zona de ascenso directo y sólo saca tres de renta a los que están fuera del play off.

En cualquier caso, el equipo vuelve esta misma mañana al trabajo para comenzar a afrontar el partido contra el Nástic en Tarragona. Un encuentro que en otras circunstancias sería un bálsamo, pero que con todas las secuelas de Los Pajaritos puede ser lo más parecido a una condena.