Dura derrota para el Málaga frente a un rival directo. El conjunto costasoleño hizo merecimientos para ganar, o como mínimo lograr un punto, pero acabó cayendo en el tramo final con un gol de Leo Suárez en la única oportunidad visitante en el segundo tiempo. El Málaga continúa sexto tras este tropiezo, la distancia con los perseguidores se acorta y el ascenso directo se vuelve ya un imposible.

El primer tiempo fue un monólogo blanquiazul con tan solo un par de sustos que resolvió a la perfección Munir. El equipo blanquiazul no dudó desde el inicio y fue a buscar la portería rival con ímpetu, sobre todo a través de la banda derecha con Ontiveros que era un peligro constante. Cierto es que los bermellones tuvieron dos claras ocasiones en las pocas veces que llegaron al área blanquiazul, pero la batuta en todo momento la llevaron los locales.

El 4-3-3 implantado por Víctor, dejando a los extremos y a Blanco Leschuk descolgados permitía a los malagueños montar sus ataques con rapidez, aprovechando también las entradas desde atrás de Adrián y N'diaye. Tan solo le faltó el gol al Málaga en los primeros 45 minutos, pero no fue por ocasiones claras.

La historia no cambió tras el descanso. El Málaga seguía mandando en el partido ante un Mallorca que mejoró en sus ajustes defensivos tras el paso por vestuarios. Los de Víctor no consiguieron generar tanta ocasiones como en el primer acto, pero era el único que parecía poder llevarse el choque, hasta que a cinco minutos, en la única oportunidad visitante del segundo tiempo, Leo Suárez batía a Munir tras un buen centro atrás de Abdón.

No dio tiempo a reacción posible, con una Rosaleda ya congelada, y los tres puntos volaron nuevamente de Martiricos. El Málaga es sexto con 58 puntos, todavía en puestos de play off, pero tendrá que bregar mucho en las seis jornadas que restan para asegurarse su plaza en la lucha por el ascenso. Próxima parada: Cádiz, otro rival directo.