Quedan poco más de 24 horas para el primer enfrentamiento de la nueva temporada 2019/2020 y en las oficinas del Málaga se sigue trabajando con grandes dosis de incertidumbre.

Las operaciones que llevan perfilándose en los últimos días y que parecían tener un desenlace cercano continúan demorándose. El motivo es el mismo que lleva marcando el ritmo del mercado de fichajes malaguista a lo largo del verano: la firma del propietario Al-Thani.

Ante la necesidad de aligerar masa salarial y cuadrar cuentas antes del cierre del mercado estival el 2 de septiembre, el Málaga debe dar salidas a varios jugadores que no pueden mantener, ya sea por el elevado sueldo o porque no tienen espacio en el proyecto de Víctor Sánchez del Amo. Uno de ellos es Michael Santos.

El delantero uruguayo tiene claro que no quiere continuar en la disciplina malaguista y al club le vendría muy bien traspasarlo. Han sido varios los equipos que han mostrado interés por él. Primero fue la SD Huesca pero, en las últimas horas, el Rayo Vallecano habría adelantado al conjunto oscense en las negociaciones hasta llegar a un principio de acuerdo para el traspaso de Santos.

Todo estaba listo para la incorporación de Michael Santos al conjunto franjirrojo a expensas de la rúbrica de Al-Thani. El jugador, incluso, se despidió del resto de la plantilla del Málaga en el día de ayer. Ya contaba con el permiso de la entidad de Martiricos para emprender su viaje hasta Madrid y hasta pasar el reconocimiento médico con el Rayo. No obstante, al cierre de la edición impresa de este periódico, el fichaje seguía paralizado por no haber recibido el visto bueno definitivo del jeque.

Según ElDesmarque, el conjunto de Vallecas ofrecería 1,6 millones de euros por su propiedad y un contrato con una duración de cuatro temporadas. Cabe a destacar que esta cifra no sería íntegramente para el Málaga CF al disponer del 70% del futbolista. Este movimiento, de igual forma, sería positivo para las arcas del conjunto malacitano: se ahorraría la alta ficha del jugador, una de tantas que no se redujo cuando el equipo descendió a Segunda División y que está en torno al millón de euros. Por las cláusulas de su contrato, Santos solo podría abandonar el Málaga a coste cero si llegase un equipo de Primera División que quisiera contar con sus servicios, pero todas las ofertas que han llegado han sido de la categoría de plata.

Rodríguez espera en Málaga

En cuanto a las nuevas incorporaciones, José Rodríguez está en la capital costasoleña desde ayer. Las negociaciones para su llegada han pasado por diferentes etapas. El martes parecía que el jugador se había cansado de esperar el «ok» del jeque, pero el miércoles, tras la entrevista que Al-Thani ofreció en Marca en la que aseguraba que en los próximos días se realizarían varios movimientos, el mediocentro decidió esperar un poco más.

Este jugador sería una petición explícita del técnico Víctor Sánchez del Amo, que ya coincidió con él en el Deportivo. Pero mientras llega o no la autorización del mandatario catarí, el futbolista de Villajoyosa ya está en Málaga entrenando, aunque no con el resto de integrantes del plantel.

José Rodríguez es un viejo conocido del malaguismo, ya que pasó varios meses de la temporada 2016/2017 vistiendo la elástica blanquiazul.

Una vez superado el pesimismo que el jugador sentía ante la falta de movimientos en el mercado de fichajes, Rodríguez ya trabaja en Málaga a espera de que llegue la autorización definitiva del jeque y también de que el Málaga pueda solucionar sus problemas financieros para que él pueda ser inscrito y disputar los partidos oficiales de liga.

La ausencia de la rúbrica de Al-Thani están siendo la tónica natural de este verano en el seno del conjunto blanquiazul. El propio Shinji Okazaki tuvo que esperar seis días en Málaga a que el propietario del club aprobase la operación. Tampoco se están autorizando ventas de jugadores de gran importancia como la de Ontiveros al Villarreal- Y siguen en al aire los detalles de la marcha de Jony al Lazio. En esta operación, el jeque insiste para que el asturiano no se marche libre.