No se descarta que este sábado, durante los prestigiosos desfiles de la Pasarela Larios, un grupo de chavales irrumpa con la indumentaria oficial del Málaga CF para animar a su entrenador. Sí, al joven técnico que desde hace unos meses adiestra a uno de los equipos benjamines de la escuela malaguista. Y es que el caso de Borja S. Godoy, a sus apenas 26 años de edad, es insólito en el fútbol español. Tras abandonar los terrenos de juego con tan solo 18 años, debido a una gravísima lesión, fue descubierto por un cazatalentos en un centro comercial y de ahí empezó su meteórica trayectoria como modelo.

Este joven torroxeño se convirtió en auténtico embajador para la Costa del Sol, al irrumpir con fuerza en París, Londres y cruzar el Atlántico para destacar en la Mercedes-Benz Fashion Week de Ciudad de México. Pero consciente de que como en el balompié la carrera de un profesional no es duradera, decidió durante una estancia en Madrid que tenía que perderle temores y miedos a los campos de fútbol. «Pensé que podría vivir mi pasión, la que había tenido desde que era un niño y en vez de dormir con un peluche lo hacía con un balón, como entrenador», relata.

Así empezó a superar niveles y, sin abandonar las pasarelas, alcanzó la máxima titulación nacional el pasado curso. «Debuté de vuelta al fútbol como segundo técnico en el infantil femenino del Rayo Vallecano. Y gracias a esa experiencia la escuela del Málaga CF me ha dado la oportunidad de volver a mi tierra para dirigir a un benjamín», agrega el propio Godoy.

De su pasado como futbolista, a pesar de lo duro que fue tener que decir adiós a esa carrera por una lesión de rodilla que obligó a quitarle uno de sus meniscos, rememora el traspaso al Vélez CF de Liga Nacional juvenil, así como su etapa en el Torre del Mar. «Quién iba a decirme que entonces Manuel Beltrán, por casualidad, justo al pasear con mi madre por un centro comercial, me permitiría probar con la moda y poder desfilar por medio planeta», destaca.

Este mismo sábado, en la céntrica calle Larios de Málaga y a partir de las ocho y media de la tarde, Borja vivirá un momento extraordinario. Será su primera Pasarela Larios como entrenador malaguista y desfilará con diseñadores de la talla de Ramón Sanjurjo, Marioteo y Félix Ramiro. Acerca de esta otra faceta, reconoce que lo que más le sorprendió al principio fue comprobar que el mundo de la moda se diferenciaba significativamente del imaginado por él.

«Desde fuera lo ves, sin conocerlo, como un mundo más feo de lo que realmente es. Como en otros ámbitos, aquí puedes ir cumpliendo tus sueños. No sé cómo es por dentro el modelaje de las mujeres. Pero entre los hombres hay mucho compañerismo. Quieres trabajar, pero te alegras por los compañeros cuando les va bien y no te importa que ellos ocupen tu lugar en un determinado desfile. Me ha sorprendido eso mucho, porque siempre se ha hablado de que entre las chicas hay bastante competitividad», confiesa.

Hay conexiones entre el fútbol y los desfiles de moda, no obstante. A Borja S. Godoy no se le escapa la necesidad, como a cualquier futbolista, «de cuidar la alimentación y llevar una vida saludable. En este mundo también hay mucha apariencia. Como modelo tienes que tener buena presencia. Y en el fútbol tienes que tener buena imagen porque si no pierdes un cierto respeto. Eso lo he vivido dentro de los terrenos de juego y es así», explica con bastante sinceridad.

«Hubo un momento en el que el fútbol quedó apartado del todo. No quería ni entrar en un campo. Y no era fácil porque de pequeño dormía con una pelota. Era mi pasión», subraya. Pero vio que el deporte no se basaba sólo en jugar, en ser futbolista. «Al principio no sabía si tendría tanta pasión como entrenador, pero pude comprobar que sí, que tenía una oportunidad y decidí regresar a los terrenos», señala durante la sesión sobre el césped natural del estadio nerjeño Enrique López Cuenca.

Justo en esas instalaciones otro paisano suyo, natural como él de Torrox y con pasado en el Rayo Vallecano, Raúl Baena, empezó aún niño a despuntar como atleta. Ambos terminaron por incorporarse a las escalas inferiores del Málaga CF. El futbolista hace ya décadas, hasta lograr un título nacional alevín y ser traspasado al FC Barcelona, mientras que a Borja le ha llegado la oportunidad en los banquillos, pero con apenas 26 años.

Y añade un último consejo a todos los que quieran seguir sus pasos como modelo: «Que no abandonen todo lo demás, porque es un trabajo muy complicado», finaliza.