Punto de oro. Puntazo valiosísimo de los que saben aún mejor por la forma de conseguirlo. El Málaga CF resistió todo el segundo tiempo con un hombre menos sobre el césped para terminar arañando un empate de su visita al Heliodoro Rodríguez López de Tenerife. La expulsión de Keidi Bare al filo del descanso tiñó de negro el panorama para un equipo que tiró de oficio para mantener su portería a 0 y firmar unas tablas que le dan algo de aire y el average particular frente al cuadro insular.

Posiblemente fue el Tenerife el que mereció algo más en esta ocasión, pero bien sabe el Málaga que esto no va de merecerlo, sino de conseguirlo. Otros días la falta de puntería castigó al conjunto blanquiazul en partidos en los que solo le faltó el gol para sumar de tres y esta vez fue al revés. El buen trabajo colectivo y, esta vez sí, una gran actuación de Munir sirvieron para traerse de vuelta un punto clave antes de dos jornadas de infarto ante rivales directos.

El partido comenzó con actividad en ambas áreas. La primera fue para el Málaga en el minuto 2, desperdiciada por Juankar con un tímido cabezazo al centro de la portería con todo a favor. Y a partir de ahí los de Pellicer empezaron a sufrir mucho atrás, con un Tenerife que puso mucho de su parte para haberse adelantado en los primeros 45 minutos. Entre Lombán y Munir regalaron una cesión que los de Baraja no aprovecharon. Poco después, un error de bulto de Mikel propició otra oportunidad que Dani Gómez no aprovechó, y antes de la media hora un cabezazo de Joselu se estrelló en el palo después de que Ismael no consiguiera despejar en boca de gol. Los cambios en defensa de Pellicer, con Lombán y Mikel por el flanco izquierdo de la zaga no estaban funcionando y los insulares lo aprovecharon para cargar todo su juego por ese costado.

Sufría y sufría el Málaga, que hasta el minuto 28 no fue capaz de volver a generar algo de peligro sobre la portería de Ortolá, y tuvo que ser con un chut flojo y lejano de Sadiku. No pintaba bien la película, y menos aún cuando al filo del descanso Keidi Bare, desmedido, dejó al equipo con 10. Vio dos amarillas en cinco minutos y el Málaga se quedaba en inferioridad numérica con todo el segundo tiempo por delante.

Pellicer estaba obligado a reestructurar su equipo y dio entrada en el intermedio a Diego por Mikel Villanueva -horrible- y a Boulahroud por Juanpi, el damnificado de la expulsión del albanés. El Málaga pasó a jugar con tres centrales, con Juankar e Ismael de carrileros.

El dominio que ya había impuesto el cuadro chicharrero con igualdad numérica se incrementó en la segunda mitad con un hombre más sobre el verde. Los segundos 45 minutos fueron un auténtico monólogo local en busca del tanto que le diera el triunfo, pero el conjunto blanquiazul supo resistir sus embestidas para terminar rascando el empate.

El físico empezaba a jugar un papel fundamental y ambos técnicos refrescaron sus equipos de cara al último empujón en el tramo final. Buenacasa entró por Sadiku y Renato por Tete Morente. Y justo cuando entró el portugués, el equipo costasoleño tuvo su única oportunidad clara del segundo tiempo. Juankar centró desde la izquierda y cerca estuvo el luso de hacer el 0-1, pero la jugada quedó invalidada por ligero fuera de juego, aunque Ortolá ya había salvado el tanto sobre la línea.

Siguieron apretando los de Rubén Baraja en el tramo final, pero el buen trabajo defensivo de los malagueños impidió que el marcador se moviera. La más clara de los últimos minutos la tuvo Nahuel, se la sacó a bocajarro Munir, que hoy sí fue clave para que los de Martiricos trajeran un punto en el avión de regreso.

El empate logrado en la casa de un rival directo cobra aún más valor por la forma de conseguirlo, tras todo el segundo tiempo con 10 futbolistas sobre el césped. Además, este 0-0 da el average particular a los blanquiazules, que ganaron por 2-0 en La Rosaleda en la primera vuelta. El futuro próximo será clave para el devenir de los blanquiazules: en tres días deberá recibir en Martiricos al Extremadura y viajar hasta Lugo, otros dos enfrentamientos «de siete puntos» ante equipos de la parte baja de la tabla. ¡A seguir!