Afición malaguista

500 valientes dan la talla bajo la lluvia en el Anxo Carro

El Málaga CF estuvo arropado en Lugo por una expedición compuesta por siete autobuses y que, tras 1.000 kilometros de ruta, disfrutó con una victoria vital en la lucha por la permanencia

Los aficionados malaguistas se encontraron en tierras gallegas, después de tan largo viaje, con unos chubascos muy inoportunos.

Los aficionados malaguistas se encontraron en tierras gallegas, después de tan largo viaje, con unos chubascos muy inoportunos. / FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Fran Extremera

Fran Extremera

Fue muy emocionante ver las gradas de Anxo Carro con más de medio millar de aficionados malaguistas. Las cámaras de televisión brindaron de nuevo estampas de esas que serán difíciles de olvidar. La salvación sigue muy complicada, pero el empeño de los seguidores blanquiazules ante las adversidades no tiene precio.

Siete autobuses repletos de seguidores blanquiazules completaron más de 1.000 kilómetros de trayecto, toda una noche de travesía desde el estadio de La Rosaleda, para encontrar acomodo en unas gradas en las que la lluvia y el viento complicaron el normal seguimiento del espectáculo deportivo.

Luego llegarían los goles y con ellos cualquier otro contratiempo quedaba aparcado. El mejor premio posible para los expedicionarios fueron esas dianas que, momentáneamente, dejaban la permanencia a apenas dos puntos de distancia. La lucha titánica por la permamencia volvió a deparar imágenes para la historia. Y hasta los propios protagonistas de la plantilla supieron agradecer tanto esfuerzo, con palabras únicas, acerca de la pasión que el equipo recibe semana a semana.

De hecho, nada más concluir el choque, los futbolistas se acercaron hasta el lugar donde se encontraban sus seguidores. Todos ellos tenían por delante otro millar de kilómetros hasta la Costa del Sol. Una ruta para volver a casa pasadas las cuatro de la mañana y, en muchos casos, con el compromiso de volver al trabajo o a las aulas universitarias con los primeros rayos de sol. Esto es Málaga, esto es el Málaga CF, como durante días han declarado algunos de estos intrépidos abonados.

Cabe recordar que la expedición del Málaga CF había partido desde la capital pasadas las ocho de la tarde del sábado. Alrededor de 12 horas más tarde alcanzaban Lugo, donde a primera hora tocaba desayunar, reponer fuerzas, para a las dos de la tarde empezar a cantar muy pronto las dos dianas de un equipo enfrascado en asaltar el campo del colista y esperar buenas noticias desde Santander.

Los portavoces de la expedición confesaban al cierre de esta edición que, no obstante, el retorno estuvo empañado por la inesperada victoria del Racing contra un Granada CF que se encuentra inmerso en la pelea por subir de manera directa a Primera División. El triunfo por la mínima generó desasosiego entre una masa social que, sin embargo, ya ha empezado a soñar con un estadio de La Rosaleda totalmente abarrotado, el 1 de mayo, para recibir de la mejor forma posible a la Sociedad Deportiva Huesca.

Queda aún muchas horas por disputar en LaLiga SmartBank y para el Málaga CF se van a suceder duelos contra nuevos rivales de la zona de descenso, como la Ponferradina o Ibiza, de manera que los cinco puntos que todavía marcan el límite con la salvación no son ni mucho menos imposibles de neutralizar.

Tras el choque del lunes 1 contra la SD Huesca, el cuadro blanquiazul viaja a Ponferrada y posteriormente recibirá, a mediados de mayo, al Mirandés. Los dos últimos encuentros para cerrar el calendario liguero depararán la visita a Mendizorroza, donde los de Pellicer se medirán al Alavés, y el duelo en casa, a las puertas del mes de junio, ante la escuadra ibicenca.

Con los antecedentes de este fin de semana, no se descarta que la afición malaguista también pueda organizar una expedición masiva con destino a tierras leonesas, dentro de dos semanas, ante el reseñado duelo en El Toralín. Pero antes volverán a verse estampas históricas, cuando La Rosaleda muestre sus mejores galas en el primer día del mes de mayo.