El Málaga CF estira su agonía

Entre pitos y aplausos, el Málaga CF ganó al Mirandés para seguir con un hilo de vida una semana más. Pase lo que pase en el resto de partidos del fin de semana, los blanquiazules llegarán a la penúltima jornada con mínimas opciones, gracias a su triunfo y al empate del Sporting, que se queda a 6 puntos y con el average particular igualado entre ambos. En un ambiente extraño, desde el inicio del partido, los de Sergio Pellicer doblegaron al equipo burgalés gracias a los tantos de Alberto Escassi, en la primera mitad, y de Lago Junior, nada más iniciarse el segundo tiempo.

El ambiente estaba muy enrarecido en La Rosaleda. Nada que ver con lo de los últimos partidos, evidentemente. Cruce de cánticos, reproches a jugadores y directiva. Y en esa atmósfera los jugadores tenían que ser capaces de demostrar profesionalidad y ganar el partido, por honor y para, al menos, estirar la agonía una semana más.

La afición explota en la previa del Málaga CF - CD Mirandés

El primer acercamiento blanquiazul estuvo protagonizado por N’Diaye, el más pitado con diferencia de los titulares. El disparo del senegalés se marchó desviado y encendió más al fondo contra él. Los de Pellicer le estaban poniendo más intensidad que su rival y, pasado el cuarto de hora, llegó el 1-0. En una segunda jugada, Delmás puso un centro tenso que remató Escassi al fondo de la red elevándose por encima de su defensor. La crispación continuó en la celebración. Desde la Grada de Animación se gritaba «mercenarios» a los jugadores, mientras el resto se lo reprochaba y contestaba con un «¡Málaga, Málaga!». 

Seguía el conjunto blanquiazul más metido en el partido y cerca estuvo de hacer el segundo cinco minutos más tarde. Villalba tuvo todo el tiempo del mundo dentro del área pero tardó y su golpeó rebotó en un zaguero. A punto estuvo de llegar el balón a los pies de Chavarría para remachar.

El partido estaba tranquilo hasta para el colegiado. Tuvo que mostrar un par de amarillas en el primer acto, a N’Diaye y Barbu, por diferentes acciones, pero poco más. Cero polémica hasta el momento. Con el resultado de 1-0, y con nueva pitada para los blanquiazules, se marchaban los equipos a vestuarios.

Lago Junior sentencia

La amarilla de N’Diaye obligó a Pellicer a sustituirle al descanso. Ocupaba su lugar Luis Muñoz. Y nada más comenzar el segundo tiempo, Lago Junior hacía el segundo. Envío perfecto de Pablo Chavarría para que el costamarfileño se impusiera por alto a su par y batiera a Herrero por su palo. Ahora sí, todo el estadio iba a una, el segundo tanto reavivó al estadio.

Minutos en los que pasaba muy poco. Tímidas intentonas ahora del Mirandés, que buscaba recortar distancias sin demasiado ahínco. Raúl tuvo en sus botas el 2-1, pero Yáñez lo evitó con una buena intervención. Doble cambio en el Málaga pasado el ecuador del segundo acto. Rubén Castro y Esteban Burgos entraban por Lago Junior, ovacionado, y Alberto Escassi. Y entrando ya en el tramo final entraba Jozabed, pitado, por Chavarría, despedido con aplausos, mientras la afición pedía la participación en el encuentro de Álex Calvo. 

El Mirandés se hizo algo más con el esférico y el dominio territorial en los minutos finales, pero el conjunto blanquiazul no sufría. A dos minutos del final, Pellicer respondía a la petición de la afición dando entrada a Álex Calvo. No tuvo tiempo para mucho el canterano. Ya en el descuento, Rubén Castro estuvo a punto de redondear el partido al contragolpe, pero su definición ante Herrero se estrelló en el palo. Sin más, los puntos se quedaron en casa y el Málaga llegará con opciones matemáticas a Vitoria.