La siniestralidad laboral es una lacra social. En estos primeros seis meses los accidentes leves han crecido un 17,18%, los graves han disminuido y los mortales continúan en la misma proporción.
La siniestralidad laboral no cesa. Los accidentes en el trabajo han aumentado un 16,6% en el primer semestre de este año con respecto al mismo periodo del año anterior. No obstante, el mayor crecimiento se ha registrado en el número de accidentes leves (un 17,18% más), mientras que los graves han disminuido un 10,49% y los mortales se han mantenido en la misma proporción: nueve en estos seis meses, los mismos que este periodo del año 2004.
Curiosamente el sector más perjudicado ha sido agricultura y pesca, con un 25,5% más de siniestros en este semestre, seguido de la construcción (17,6%), servicios (16%) y, por último, industria (13,7%, según los datos a los que ha tenido acceso La Opinión de Málaga.
La construcción es aparentemente el sector en el que más siniestros se producen. Sin embargo, las muertes han disminuido un 66,6% en la provincia malagueña, ya que de seis en este periodo el pasado año se ha pasado a dos. No obstante, los leves y los graves han crecido un 17,8% y un 13,3%, respectivamente.
Si se analizan los datos por trimestre se puede observar que el total de accidentes en el primero fue de 7.602 (cinco de ellos mortales) y ascendió a 9.300 (cuatro mortales) entre abril y junio.
En 2003, de enero a diciembre, se produjeron 28.753 accidentes, de los que 34 fueron mortales. En 2004 la cifra se elevó, en el mismo periodo, hasta los 32.471, aunque descendieron aquellos en los que hubo fallecidos. Sólo en este primer semestre ya ha habido 16.902 siniestros en todos los sectores profesionales, aunque la construcción continúa en cabeza.
La comisión regional para la Prevención de Riesgos Laborales en la Construcción ha llevado a cabo desde octubre una serie de actuaciones para disminuir el número de siniestros en este sector. En Andalucía se han realizado sin previo aviso 14.901 visitas de las que 2.558 corresponden a obras de la provincia malagueña. Todo ello para supervisar las actividades preventivas de las empresas y la documentación de la obra. Acabar con esta lacra es casi una obsesión para todos los implicados. La tolerancia cero para los que no cumplan con la normativa es cada vez más patente.
