El psicólogo del instituto belga Voor Hoger Onderwijs Francisco Gázquez puso hoy de manifiesto en Ronda durante el curso 'Vivir desde la conciencia plena. Una visión científica', organizado por la Universidad de Málaga (UMA), la necesidad de reorientar la vida de las personas en torno a valores, los cuales "nos aporta beneficios directos sin necesidad de postergar nuestra felicidad a la consecución de un objetivo determinado", según explicó.

En este sentido, destacó la importancia de desarrollar una conciencia plena "en un mundo que está en constante cambio y en el que la capacidad innata" que, según apuntó, tiene el ser humano para hacer diferentes cosas al mismo tiempo provoca que "nos perdamos muchas cosas en la vida".

Explicó que la conciencia plena "se refiere principalmente a cultivar una serie de habilidades para autogestionarnos mejor, reducir el sufrimiento y cultivar una actitud ecuánime respecto a todo lo que nos pasa", señaló. De esta forma, se trata de "una manera nueva de interactuar".

Así, las terapias de 'mindfullness' o conciencia plena consisten en "gestionar esa atención, devolverla al lugar en el que queremos que esté mientras la estamos gestionando", lo que supone el ejercicio de una serie de músculos internos en el sistema nervioso que, en consecuencia, desarrolla una mayor capacidad para hacer frente a la vida diaria.

Es decir, se trata de "prestar atención a lo que hacemos", ya sea, según precisó Gázquez, "pasar la aspiradora, lavar los platos, dar una charla, conceder una entrevista o entrevistar a alguien". De esta forma, explicó que "cuando hablamos de atención hablamos también de distracción", en el sentido de que "cuando nos concentramos en algo, lo que nos ocurre es que al cabo de cierto tiempo nos distraemos y la atención se va para otro sitio".

Sin embargo, añadió que el ejercicio de la conciencia plena no supone que existan menos problemas o aumenten las satisfacciones, sino el utilizar la mente de una manera adecuada para interactuar tanto con los problemas como con la vida diaria de una manera "diferente" y "relativamente nueva" a la de costumbre. "Principalmente, consiste en autogestionar nuestro propio funcionamiento mental", precisó.

De su experiencia en países como Bélgica, EEUU o Inglaterra, destacó que los esquemas en España se encuentran "prácticamente en pañales". De esta forma, señaló que el impacto del 'mindfullness' se traslada a programas de educación y de tratamiento que se practican tanto en niños, a través del yoga y la meditación, como a pacientes recuperados de depresión para que no vuelvan a recaer, a amas de casa para gestionar su estrés, así como a ejecutivos para gestionar su trabajo.

Asimismo, el psicólogo destacó que la conciencia plena no es una capacidad que se aprenda solamente "escuchando o leyendo un libro", sino que se aprende "haciéndolo". De esta forma, señaló que se trata de un proceso "continuo e interactivo" que más ayuda, cuanto más motivado esté el sujeto.

Entrenamiento

Por su parte, la profesora de Psicología de la UMA Natalia Ramos precisó que el trabajo del 'mindfullness' se puede entrenar en cualquier momento, aunque si es desde pequeño "cuentas con una ventaja".

"Se puede trabajar también posteriormente, pero te costará más esfuerzo y serán más las vivencias que, posiblemente, hayan pasado desapercibidas y tengas que reintegrarlas en tu conciencia", aclaró.

Por otro lado, manifestó la utilidad de llevar la conciencia plena a la tarea educativa, con el objetivo de mejorar la inteligencia emocional de los estudiantes. Así mismo, también se refirió a la educación de los profesores, padres y médicos, entre otros. "Todos nosotros estamos con mucha incapacidad para querernos a nosotros mismos y, luego, para darle afecto a las personas que nos rodean", expresó.

De esta forma, Ramos añadió que "quien consigue tener una buena relación consigo mismo y con los demás, el resto viene dado de una forma muy natural".

Según explicó, la idea reside en el entrenamiento para ser conscientes a la hora de interaccionar con las personas, de forma que aumente capacidad de las interacciones y se conviertan en "mucho más significativas". "No se trata de estar relajado y adormecido, sino de estar en un estado de alerta y atención", concluyó.