Los verdiales son reconocidos por su cante particular, por su forma de baile y por su puro carácter malagueño. Buena parte de su vistosidad y peculiaridad vienen del famoso sombrero que cubre las cabezas de algunos miembros de las pandas: el sombrero de verdiales.

Y precisamente la Asociación Municipal de Coros y Danzas de Torre del Mar ha querido rescatar una antigua tradición de Vélez Málaga, que es la confección de un complemento perfectamente reconocible en esta manifestación festiva.

En su sede de Torre del Mar, en la calle Doctor Fleming, han desarrollado un taller donde han confeccionado un total de doce sombreros, reuniéndose cerca de cincuenta alumnos de todas las edades, todos ellos muy interesados en elaborar estos alegres motivos del folclore malagueño más puro.

La confección del sombrero de verdiales tiene su secreto, y así lo asegura Antonio Checa, que ha estado ilustrando a los componentes del taller. «Los últimos que se veían eran de los años setenta, lo que es una pena ya que es un tradición que no debería perderse», apunta Checa. Un paso importante para que no se pierda en el olvido esta costumbre ha sido precisamente este curso.

Con un sombrero de paja, lo primero que hay que hacer es engalanarlo con coloridas y llamativas flores. El clavel es el que debe bordear la superficie, pegándolos con silicona por la parte más externa. A continuación, las margaritas son las que ocupan el segundo círculo. Después, variedad de flores sin tallo para completar el resto. Una vez que se ha cubierto la superficie, llega el turno de las cintas de colores, que se pegan también con silicona, justo detrás de las orejas. Y una vez completo, ya está listo para ponérselo.

«Antes hacía muchos, pero dejé de hacerlos ya que no los encargaba nadie. Pero ahora, después de los coros y danzas, tengo encargos en Vélez Málaga y en Torrox», apunta Checa.

Precisamente en el municipio torroxeño ha recibido noticias de que están interesados en habilitar un taller similar.

Alicia Díaz, presidenta de la Asociación de Coros y Danzas de Torre del Mar, resaltó que esta prenda será utilizada durante sus actuaciones musicales.

«El curso se ha desarrollado durante los martes del pasado mes, y hemos hecho un último esfuerzo a lo largo de los últimos días para terminarlos», señaló a este periódico.

Díaz valora la participación de al menos tres generaciones familiares, «ya que teníamos a niñas pequeñas, con la madre y la abuela haciendo sombreros», todo un motivo de satisfacción para este grupo de coros de casi medio siglo de antigüedad, ya que podrán lucir con orgullo sus pequeñas piezas artísticas.