Sin lugar a dudas, la legislatura que está llegando a su fin será recordada en la ciudad del Tajo como la de los sobresaltos.

Bajo las siglas del PA, Marín Lara, con un PSOE dividido, una campaña agresiva y con recursos, consiguió vencer las elecciones locales de 2007 al obtener nueve de los veintiún ediles del Ayuntamiento rondeño.

Reeditó el pacto que mantenía con el PP, aunque posteriormente lo rompió al año argumentando que los populares no habían hecho su trabajo al no haberse aprobado ni el PGOU ni los presupuestos municipales, que estaban entre sus competencias. Unos presupuestos y un PGOU que terminada la legislatura, no se han llegado a sacar adelante.

Seguidamente firmó un nuevo pacto con el PSOE, quien hasta ese momento había sido su enemigo natural político. Pero los cambios no se quedaron ahí, puesto que en 2009 decide, junto con sus ocho ediles, abandonar las siglas del PA para pasar a militar en el PSOE, todo ello sin dejar sus actas de concejales. Por ello, el alcalde y estos ediles fueron declarados tránsfugas por la Mesa Nacional Antitransfuguismo. La resolución fue recurrida por el regidor ante el Tribunal Constitucional que, hasta el momento, no se ha pronunciado.

Ademas, en estos cuatro meses, se ha producido la dimisión de hasta cinco ediles del equipo de gobierno, tanto andalucistas como socialistas, por discrepancias con Marín Lara. El actual alcalde afronta unas elecciones donde el resultado es incierto ya que las encuestas publicadas hasta el momento no le dan mayoría absoluta a ningún partido político.