Nació rodeado de esculturas. Su hermano contaba con una fundición y con él aprendió todo lo que sabe. Con 22 años de experiencia a sus espaldas, Juan Manuel González, restaurador y especialista en terminaciones de figuras de metal (bronce, acero inoxidable o latón), cuenta en Antequera con la única empresa especializada en pátinas o coloreado de esculturas a nivel nacional, Foryvict.

Juan Manuel, de origen madrileño, aterrizo hace ocho años en Antequera contratado por Fundiciones Artísticas del Sur. Transcurridos seis meses montó su propia empresa y es el encargado de hacer renacer la belleza de las esculturas deterioradas por la exposición a las inclemencias meteorológicas.

La mayor virtud de este fiel investigador de pátinas es conseguir colores únicos para las esculturas, incluso a largo plazo: «la pátina es una oxidación que sigue evolucionando a lo largo de los años; por ejemplo, se puede conseguir que el verde claro se vaya poniendo verde pompeyano».

«Mi trabajo principalmente consiste en la terminación de las esculturas, desde que salen de fundición, el proceso de repaso, montaje y pátina» explica Juan Manuel, quién también puede presumir de esculturas elaboradas por él.

Este amante de los colores en esculturas de metal expone que la pátina, que es la oxidación del metal con la que adquiere el color una pieza, se alcanza mediante soplete, ácido y agua. Estas son sus principales herramientas de trabajo para embellecer una obra o terminarla. Aunque el ingrediente principal es el ácido, a través del cual se obtiene el color deseado.

En estos últimos meses su trabajo ha estado enfocado en las esculturas del remodelado Paseo Real de Antequera. La figura de La Negrita, conocida también como la Fuente de la Ninfa del Cántaro, creada en París en 1867, ha sido su principal trabajo. A este se ha sumado el toque de belleza aportado a dos farolas ancladas en esculturas de hierro del paseo.

Algunas de las obras de este artista se encuentran en Antequera. Entre ellas, el reloj solar realizado en acero corten situado en el Dolmen de Menga del conjunto megalítico o la terminación de la escultura de hierro del labrador.

Pero no sólo en la Ciudad del Torcal pueden disfrutar los apasionados por el arte de su obra. Las manos de Juan Manuel han embellecido figuras de toda la geografía española. Sus técnicas son objeto de demanda de muchos artistas de renombre a nivel nacional. Y es que Juan Manuel vive a caballo entre su taller de Antequera y el de Madrid.

Unos de los grandes pintores realistas, Antonio López, quien hace unas semanas dio a conocer el cuadro de la Familia Real, es fiel cliente de Juan Manuel. Sin ir más lejos ha restaurado su escultura Día y Noche situada en la Estación de Atocha de Madrid.

Por otro lado, Juan Manuel realiza pátinas exclusivas para Aurora Cañero, artista con la que también comparte taller. Así, este restaurador ha terminado obras escultóricas de Botero, o del dibujante Antonio Mingote, de la artistas Alicia Huertas, que está situado en el Parque del Retiro en Madrid.

En la capital madrileña Juan Manuel también «patinó» la Rana de la Fortuna de Eladio de Mora, situada en el paseo de los Recoletos de Madrid.

Actualmente, este restaurador madrileño trabaja en el taller del artista Miguel Berrocal, en Villanueva de Algaidas. Sus obras también se dejan ver en la capital malagueña en esculturas como el Cenachero o en el Parque del Oeste.