«Al final me han dado la razón. Me alegro mucho por Leonor y su madre. Me consta que ha sufrido mucho con todo este proceso». Flor de Torres está exultante. La fiscal delegada de Andalucía de violencia contra la mujer y contra la discriminación de género se acaba de enterar de que la Audiencia Provincial de Málaga ha estimado su recurso de apelación en el que defendía que el caso de Leonor es competencia del Juzgado de Instrucción número 3 de Antequera con competencia en Violencia de Género, cuyo titular siempre se inhibió al considerar que se trataba de un caso de violencia. «Yo siempre argumenté que la muerte de la niña supuso la materialización de una amenza del padre sobre su expareja», explica De Torres antes de añadir que, por tanto, aunque no exista responsabilidad penal, debe tratarse como un caso de violencia de género.

De la misma opinión es la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Estefanía Martín Palop, quien asegura que todavía queda mucho que hacer en la lucha contra la violencia machista, sobre todo cuando esta acecha a los menores de edad. Según Martín Palop, desde el IAM llevan años observando cómo los hombres que ya no tienen forma de hacer daño a sus exparejas ponen sus ojos en sus hijos, como ocurrió en el municipio de Campillos.

«Un hombre que maltrata a su pareja nunca podrá ser un buen padre. Es necesario que los menores también cuenten con planes de protección, sobre todo en aquellos casos en los que los maltratadores tienen órdenes de alejamiento de sus exparejas».