­A pesar de que esta plaga está instalada en España desde hace decenas de años, en los últimos lustros es cuando más está dando la cara. Se trata de dos plagas que se han reactivado de forma agresiva afectando a una gran parte de la población de chumberas de la provincia. La Dactylopius Opuntiae y Dactylopius Coccus, popularmente conocida como «cochinilla del carmín», es la responsable de la enfermedad de la planta. Esta cochinilla es un parásito que se alimenta de la savia de la chumbera dejando en sus pencas una evidente masa blanca algodonosa que si se aprieta desprende un líquido rojizo que proviene de las hembras que moran en su interior. La planta termina por debilitarse hasta la desecación de sus palas o pencas.

Benjamín Faulí, secretario general de Asaja Málaga, comenta que el «control corresponde a los propietarios de las parcelas donde se encuentran las plantas, bien de manera productiva, bien ornamental». La Delegación Territorial de Agricultura recomienda que incrementen la vigilancia para detectar y actuar con rapidez sobre las manchas blancas algodonosas.

Una de las formas de acabar con esta plaga es usando agua a presión con detergente o jabón potásico e incluso frotar las palas con un cepillo de barrer impregnado en este jabón. «Si la infestación se encuentra extendida se debe cortar toda la zona afectada y enterrarla. Es importante no tirarla a un contendor de poda o basura porque las ninfas viven mucho tiempo y podrían afectar a otras zonas durante el transporte», aclara Faulí.

En el caso de que las plantas estén demasiado afectadas ocupando masas de chumberas debe aplicarse por una persona certificada un tratamiento fitosanitario. En este caso los chumbos no serán aptos para el consumo. En los últimos años grandes extensiones de chumberas y otras cactáceas están siendo afectadas por estas dos especies de parásitos afectando a las provincias de Murcia, Almería, Granada, Cádiz y Málaga.

La cochinilla

La chumbera se importó desde México con el fin del cultivo de la cochinilla, de la que se extrae un carmín natural usado principalmente en cosméticos (E-120), aunque también se ha usado en alimentos. Una vez que dejó de ser rentable la extracción de este pigmento, se ha abandonado su control y ha causado plagas incontroladas que pueden acabar con el higo chumbo.