Un estudio sobre las pinturas rupestres de las cuevas de de Ardales, Maltravieso (Cáceres) y La Pasiega (Cantabria), publicado en la revista Science, concluye que las pinturas no están bien datadas y no son tan antiguas como se pensaba, lo que cuestiona que fueran hechas por neandertales.

Las pinturas de la cueva de Ardales se atribuían al Paleolítico Superior (a partir de hace unos 40.000 años), y los restos datados son unas manchas rojas en las estalactitas que podrían ser manifestaciones antrópicas de Homo sapiens.

El estudio, dirigido por el físico D.L. Hoffmann del Instituto Max Plank de Alemania, establecía que las pinturas de la cueva tenían unos 64.000 años de antigüedad, unos 20.000 años antes de la llegada del hombre moderno (Homo sapiens) a Europa, y que, por lo tanto, debían ser neandertales.

Sin embargo, una revisión del método Uranio-Torio, empleado por Hoffmann, pone en cuestión su antigüedad. «Proponemos poner en cuarentena las fechas a la espera de que estudios más profundos aclaren las dudas», afirma Roberto Ontañón, director del Museo de Prehistoria y Arqueología y de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria e investigador del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, y autor de la revisión.