Investigadores geógrafos de la Universidad de Granada y de la Autónoma de Barcelona han podido confirmar que el pino negral o resinero ya existía sobre las peridotitas de Sierra Bermeja hace más de 10.000 años, gracias al análisis pedoantracológico, es decir, a través del estudio de carbones vegetales hallados en estos suelos y procedentes de incendios forestales.

Dichos estudios dan la razón, según indicaron ayer los propios regidores del Valle del Genal, «a quienes llevamos años luchando por la incorporación de Sierra Bermeja al futuro Parque Nacional de la Sierra de las Nieves». Por ejemplo, el alcalde de Genalguacil, Miguel Ángel Herrera (PSOE), recordó que al pinsapo hay que añadirle ahora el pino resinero como especie endémica de una parte del territorio malagueño ya protegido como Parque Natural y que merece ser también parte del tercer Parque Nacional para Andalucía.

«Aquí el problema es que por la decisión política de un grupo muy reducido de amigos se va a impedir que el cuarenta por ciento del territorio que posee los endemismos de la zona sea protegido como Parque Nacional. Todos saben que no tienen argumentos científicos en esa amputación, porque la ley dice de manera clara lo que hay que proteger, en este caso lo que está en Los Reales de Sierra Bermeja. Pero parece que eso a la Junta no le importa en absoluto», relata este regidor.

Alude a que este problema afecta directamente al Valle del Genal por su alta tasa de despoblación y critica a cuantos gobiernos en diferentes periodos han pasado por las distintas administraciones. «No es un asunto que tenga color político. Ni el PSOE ni el PP han propiciado algo que consideramos justo», finaliza. Herrera y otros munícipes de Sierra Bermeja han respaldado durante los últimos años distintas movilizaciones ciudadanas en el camino hacia la incorporación de este territorio al Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, por ahora sin éxito alguno.

El nuevo estudio expresa que no sólo los pinsapos han sido capaces de crecer de manera natural sobre las peridotitas, unas rocas propias de un macizo como el de Sierra Bermeja que se considera como uno de los mayores afloramientos en el planeta con dichos materiales. Los expertos recuerdan que esas peridotitas son rocas ígneas plutónicas caracterizadas por la toxicidad que confieren a los suelos (debido a una alta concentración de minerales de los llamados pesados).

En los análisis de estos científicos se han realizado distintos sondeos en localidades de Sierra Bermeja para localizar «carbón vegetal procedente de incendios antiguos» y que ha podido ser datado, a través del Carbono 14, en hace al menos 8.000 años (gran parte del Holoceno). Para los encargados de verificar todos estos datos, en los próximos años será vital establecer estrategias de conservación del pino resinero en el macizo bermejense. De ahí parte la necesidad de que la zona sea también Parque Nacional.