Desde que su dueño murió, el perro Lobi permanecía en la puerta del cementerio de Archidona hasta que abría sus puertas. Al anochecer Lobi volvía a casa y al amanecer emprendía el mismo camino de nuevo. En total recorría 500 metros de ida y 500 de vuelta hasta que un día fue atropellado. Este hecho no solo hizo que se levantara una estatua en su honor junto a la plaza Ochavada, sino que inspiró a un grupo de personas preocupadas por ayudar y proteger a los animales.

La Asociación Protectora de Animales y Plantas Lobi Siempre Fiel de Archidona nació oficialmente el 12 de febrero de 2015. Desde entonces «el número de animales rescatados y dados en adopción a través de la Protectora ha sido de 150 animales, contando perros y gatos adultos y cachorros», cuentan los pocos voluntarios que siguen trabajando activamente y dedicando la mayor parte de su tiempo en el proyecto. «Cuando empezamos éramos 70 personas, ahora somos 7 u 8».

Es una tarea agotadora y nada fácil. «Es duro y frustrante no poder atender a todas las demandas que se nos presentan. Sobre todo, cuando la gente acude a ti personalmente para limpiar su conciencia con solo dándote el aviso, sin ni siquiera ser capaz de ponerle al animal un cacharro con agua. Como si tuviéramos una varita mágica cuando somos simples personas igual que ellos».

Actualmente, la asociación no cuenta con refugio propio, sino que actúa a través de «pocas y desinteresadas» casas de acogida y prestando sus propios hogares. Además, no reciben ayuda de ninguna institución pública. «Es cierto que nos gustaría tener un refugio. Tenemos incluso nuestro proyecto hecho desde hace tiempo, con planos, presupuestos, protocolos de actuación y demás. Pero también necesitamos muchas manos para poder llevarlo a cabo, además de una imprescindible ayuda institucional. Por lo que es un proyecto que a día de hoy no nos ha sido posible alcanzar».

Económicamente, solo disponen de las cuotas de sus socios y del dinero recaudado en las actividades que organizan. «Como esto es muy escaso muchas son las veces que tenemos que poner dinero de nuestros bolsillos para comprar comida o, tratamientos veterinarios», comentan.

Ahora, en la temporada de verano, toda ayuda es poca. Los abandonos aumentan y las adopciones de animales descienden. «El número de casas de acogida y de voluntarios también desciende y todos los refugios y residencias se colapsan. Todo esto unido a las altas temperaturas, hacen que muchos animales sufran gravemente en esta época». Además, para hacer frente a las camadas, castran a los animales antes de darlos en adopción y están llevado a cabo una campaña de castración de colonias felinas.

Muchas son las dificultades y obstáculos que hacen difícil esta labor diaria. Por ello es tan importante y piden colaboración ciudadana. Para quién esté interesado, puede ponerse en contacto con la protectora a través de su correo lobifiel@gmail.com o su Facebook. Ayudar en eventos, sacar a pasear a los animales, difundirlos en redes, o servir como casa de acogida con todos los gastos cubiertos son algunas de las ayudas que se pueden servir, además de ser socio por solo dos euros al mes los adultos y un euros al mes los menores de 16 años.

Los voluntarios no pueden negar que en muchas ocasiones han pensado en rendirse, pero ver a sus peludos sanos y salvos les da fuerzas. «Cuando vemos que nuestros peludos encuentran familias que le dan la vida que se merecen y están tan felices, se nos olvida todo».