La Fiscalía ratificó ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el recurso que presentó contra la absolución de los cuatro procesados por la muerte de Lucía Garrido, hallada flotando en la piscina de su finca en Alhaurín de la Torre en 2008, para que se repita el juicio. La vista celebrada en el alto tribunal andaluz, con sede en Granada, en la que se han visto los recursos del Ministerio Público Fiscal y las dos acusaciones particulares y las impugnaciones de estos de las defensas, se centró en las dudas sobre el ADN que fue encontrado en una llave y en la cadena de custodia del mismo.

En el juicio con jurado popular, celebrado en septiembre de 2019, quedaron absueltos los cuatro acusados, el exmarido de Lucía Garrido, dos guardias civiles y un cuarto hombre que había sido enjuiciado como presunto autor material del crimen. El jurado los consideró no culpables al no dar fiabilidad a la declaración grabada del testigo protegido y por las dudas sobre el ADN hallado en una llave. El caso había sido archivado en 2008 por falta de pruebas y reabierto en varias ocasiones durante los once años transcurridos desde que se encontró a Lucía Garrido muerta con golpes en la cabeza y un corte en el cuello.

El fiscal, que pide que se anule el veredicto y la sentencia y que se repita el juicio al entender que ha habido indefensión por la denegación de una prueba sobre la cadena de custodia de las muestras recogidas en el caso, sostuvo ante la Sala de lo Civil y Penal del TSJA que se produjo una «revelación inesperada» en la vista.

Según el representante de la acusación pública, una fuente oficial llegó a cuestionar abiertamente la cadena de custodia de la prueba de ADN en una llave, que no fue encontrado en primer momento pero sí logró ser detectado años más tarde con nuevas técnicas.

Para el fiscal, que considera lo ocurrido como un «episodio insólito» ante el que nunca había sentido una situación «de impotencia» similar a lo largo de su carrera, esa «huella biológica» puede considerarse «la base» de todo este procedimiento.

En la misma línea se mantuvieron las dos acusaciones particulares que representan a la familia de Lucía Garrido, que sostuvieron que se las privó -tanto a ellas como a la Fiscalía- de la posibilidad de parar el juicio para la práctica suplementaria de pruebas, y consideraron que las votaciones de los miembros del jurado popular pudieron considerarse «incongruentes».

Las defensas indicaron por su parte que en el juicio no se produjeron las «revelaciones sorpresivas» o los «hechos nuevos» planteados en sus recursos por las acusaciones, y consideraron que el jurado emitió por tanto su veredicto de forma libre, tras una vista que se desarrolló «con todas las garantías».