La localidad de Fuente de Piedra ha comenzado a ver algo de luz al final de su túnel particular. O, mejor dicho, al final del pozo. El Ayuntamiento de este municipio recibió, hace unos días, la «buena noticia» de que la Junta de Andalucía ultima los trámites para la ejecución de los trabajos que permitan solucionar los problemas de abastecimiento de agua potable iniciados hace más de tres años y que, ahora en el estado de alarma, obligan a extremar las precauciones durante el reparto del líquido elemento a los vecinos desde los camiones cuba.

Según expuso el alcalde de Fuente de Piedra, Siro Pachón, «a finales del presentes mes de abril o a principios de mayo» tendrá lugar el inicio de la obra encaminada a la obtención de un nuevo pozo, una vez que ya se cuenta con el informe favorable de la Delegación de Agricultura de la Junta de Andalucía y la autorización del Servicio de Minas. «En las próximas semanas comenzarán las obras del nuevo sondeo y esperemos que obtenga los resultados esperados, pues ya tenemos los permisos y las autorizaciones y la obra ha sido adjudicada por la Junta a una empresa; espero que todo salga bien y que el resultado de estos sondeos sea el esperado porque los vecinos y vecinas de Fuente de Piedra se merecen lo mejor», deseó Siro Pachón.

El regidor también señaló que «ya se le ha entregado a la Diputación Provincial toda la documentación relativa al proyecto de una planta de tratamiento de agua y la están revisando los técnicos, pues es una obra anexa al sondeo». «Lo principal será realizar el sondeo y que salga suficiente cantidad de agua para abastecer al pueblo y, a partir de ahí, habrá que adaptarla a la planta de tratamiento porque ya sabemos que, desgraciadamente, el agua que va a salir será no potable y estará contaminada de nitrato; tan importante es llevar a cabo el sondeo como la planta de tratamiento porque sin ella no vamos a tener agua potable», enfatizó el alcalde de Fuente de Piedra.

Pese a todo, Siro Pachón se aferró a un mensaje positivo y, desde el optimismo, aseguró que «al estar en este punto, se empieza a ver la luz al final del túnel y solo queda esperar que se obtenga el resultado deseado». «Cuando llegue el mes de agosto, se cumplirán tres años con el agua declarada como no potable de forma continuada y los problemas de abastecimiento se remontan a cuatro años, lo que pasa es que el primer año que se declaró como no potable después del verano volvió a declararse potable y hubo un paréntesis de tiempo ahí», recordó el alcalde.

Igualmente, Siro Pachón agregó que «aunque la crisis sanitaria ha ocupado todo nuestro tiempo, desde el Ayuntamiento no hemos dejado de trabajar en estos últimos días para avanzar en la solución del gran problema que tiene nuestro pueblo, que no es otro que el abastecimiento de agua».

«Un problema añadido»

Desde que el pasado 14 de marzo se decretase el estado de alarma en España por la pandemia del Covid-19, este municipio cercano a Antequera ha vivido la situación excepcional de confinamiento con «el problema añadido del abastecimiento de agua». Según explica su alcalde, Siro Pachón, desde un primer momento fueron conscientes de que «contábamos con un problema añadido y por eso procedimos a modificar la forma de repartir agua potable en cubas a los vecinos». «Para evitar aglomeraciones en los puntos de reparto anteriores, decidimos que el camión fuera calle por calle ya que, de esta forma, el vecino no tiene que moverse de su casa y evitamos el contacto de unos con otros», expuso el regidor socialista.

Asimismo, y con más razón ahora dado el riesgo que acrecenta la crisis del coronavirus, se ha continuado en todo momento «con el reparto de agua embotellada, casa por casa, para las personas mayores de 75 años».

Para «asegurar aún más las medidas de precaución», el Ayuntamiento también ha propiciado que «la Policía Local y Protección Civil estén supervisando» el reparto de agua potable desde los camiones cuba a los vecinos. Esta labor ha contado, en ocasiones, con refuerzos. Por ejemplo, cuando a finales de marzo rindió visita a esta localidad la Caballería Ligera de la Legión de Ronda, un grupo de legionarios participó activamente en la distribución del líquido elemento en las proximidades de los hogares de los lugareños.