Los municipios de la comarca de Antequera no se esperaban la construcción y pidiendo el trasvase desde el pantano de Iznájar, en la vecina provincia de Córdoba, para solventar el problema. Paralelamente, tras ocho años de trabajo, con todos los permisos en regla y sin ningún tipo de incidencia o alegación, la empresa promotora de la planta no previó el revuelo que iba a causar el inicio de las obras del proyecto. Sorpresa para ambas partes.

Tras más de dos meses de confinamiento por la pandemia del coronavirus, a menos de un kilómetro de la entrada de su municipio, los vecinos de Villanueva del Rosario se encontraron sin previo aviso con las obras de la que sería la futura embotelladora de agua privada que, supuestamente, se abastecería del principal acuífero que suministra a los más de 15.000 habitantes que conforman la zona interior de la provincia de Málaga.

Desde ese día, los saucedeños lanzaron la voz de alarma creando una plataforma ciudadana con el objetivo de dar visibilidad a la problemática, paralizar las obras y conservar el entorno natural.

Recogida de firmas

«Queremos transparencia y que se informe a la población de la realidad que supone tener una empresa privada que embotella agua de nuestra sierra», explica Cyro García, uno de los impulsores de la plataforma, quien comenta que todos los veranos sufren cortes y grandes restricciones en el suministro.

Entre las primeras acciones llevadas a cabo por la plataforma se encuentra una recogida de firmas contra la embotelladora que superó las 1.000 adhesiones en cuestión de horas y que actualmente sobrepasa las 4.000. A esta campaña de apoyo se sumó una primera movilización frente a la zona en la que miembros del grupo acompañados de sus hijos portaron carteles en los que se podían leer mensajes como 'Nos roban el agua'.

Aunque la planta ubicada a los pies de la Sierra de Camarolos se encuentra en el término municipal de Antequera, los municipios dependientes de esa cuenca son Villanueva del Rosario, Villanueva del Trabuco, Colmenar, Casabermeja, Alfarnate y Alfarnatejo, cuyos alcaldes argumentan que en ningún momento se les ha informado de las intenciones de este proyecto cuyas obras comenzaron durante el Estado de Alarma.

Por ello, han solicitado a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía una reunión urgente y la paralización inmediata de los trabajos por temor a que pueda repercutir negativamente en el abastecimiento de los pueblos.

«No afectará a las reservas»

Por su parte, Ramón Martínez, gerente de Inversiones Domago S.L, la empresa promotora de la embotelladora, ha reiterado que «hay informes que demuestran que esta masa de agua mineral natural se puede extraer porque es independiente. No se corre ningún riesgo de disminuir las reservas de agua colindantes ni tampoco puede afectar de forma negativa ni a los municipios ni a las explotaciones agrícolas».

De hecho, el proyecto ha contado con todos los permisos favorables por parte de las distintas consejerías andaluzas (Sanidad, Industria y Medio Ambiente) de los entes autonómicos y por último, municipales, que es el caso actual de la ejecución de las obras.

«Contamos con la Autorización Ambiental Unificada, la máxima exigencia ambiental que nos autoriza a extraer el agua, sin ningún tipo de impacto ni problema para la naturaleza y el medio ambiente», explica Ramón Martínez.

Por otro lado, ha querido dejar claro que aunque técnicamente tienen autorizado el poder extraer hasta 18 litros por segundo -lo que quiere decir que esa cantidad no tendría impacto negativo en la masa de agua- la planta que están instalando va a trabajar sobre 6 litros por segundo.

Por último, el representante de la empresa asegura que comprende la preocupación de los vecinos: «Entiendo que por la falta de información puedan tener este tipo de reacciones. Nosotros no somos políticos, somos trabajadores de una empresa que hemos hecho una inversión muy grande en un proyecto que no cuenta con ninguna incidencia y que creará hasta 100 puestos de trabajo. Conseguir pasar los trámites de una reserva de agua mineral cuesta mucho y ahora el que intenten pararlo de forma ilegal e ilógica pues disgusta».

La empresa y los ayuntamientos afectados mantuvieron una reunión en la que la promotora les proporcionó la información pertinente con el deseo de que «se aclare el malentendido, se queden tranquilos y vean que no corren ningún riesgo», pues su intención es que la embotelladora esté lista para el próximo mes de octubre.

Mientras, los alcaldes reclaman garantías porque «nadie nos garantiza que no vaya a mermar en nuestros manantiales y acuíferos» y desde la plataforma continúan su labor de investigación y concienciación ciudadana y dicen rotundamente «no a la embotelladora» que ha provocado la discordia en la zona.