El investigador antequerano, José Luis Sánchez-Garrido y Reyes presenta su octavo libro en el que da a conocer datos que no se conocían sobre la realidad de la toma de Antequera a los musulmanes por el Infante Don Fernando. Entre ellas, cómo la iglesia de San Zoilo fue una capilla al patrón de los enfermos de riñón, que la torre de asalto fue traída en decenas de carretas desde Sevilla y que el garfio con el que se consumó la conquista fue conservada y expuesta como un trofeo durante décadas.

Se ha reencontrado con su Antequera tras su reciente jubilación y le ha regalado el libro 'La conquista de la Antequera Musulmana', una de las investigaciones más exhaustivas de una época de la que se habla mucho, pero se ha investigado poco, ¿no?

Sí, exactamente. Hay escritos dispersos, tendenciosos, pero no había ningún libro que de manera sencilla explicara cómo fue la conquista, sus antecedentes, las costumbres cristianas o las musulmanas. El antequerano o cualquiera que tuviera interés en estos temas no tenía una idea clara de cómo fue aquel episodio. Pero ahora sí que puede conocer la historia.

¿Cuánto esfuerzo y tiempo ha dedicado a este trabajo de investigación?

Cerca de un año y más de mil horas. No es lo mismo escribir una novela de un personaje inventado sobre la marcha que un libro histórico donde cada hoja tiene que estar documentada. He tenido que leer muchos antecedentes, meterme en la época de los inicios de 1400, ver cómo estaba organizada la sociedad, cómo fue realmente el asalto con detalle, etc. y todo eso no se encontraba en un solo libro.

¿Qué ha sido lo más difícil?

Lo que más me ha costado ha sido la lectura de libros en castellano antiguo como la crónica del Rey Juan II que está transcrito pero que es un lenguaje no inteligible. Ha habido palabras que no encontraba ni en el diccionario. En algunos momentos me he encontrado desolado y pensaba dejarlo, pero me animé y ya empecé apasionarme por el tema.

Además de consultar y buscar información, también ha visitado los lugares sobre los que escribía, ¿no?

Sí, así es. Me he posicionado intentando ubicar los sitios que se describían en los textos. Por ejemplo he visitado el castillo varias veces. Todo esto hace que la escritura y a la vez la lectura sea más fácil.

Casi parece una película.

Sí, efectivamente. El usuario sabrá cómo sucedieron los hechos como si estuviera viendo un filme. Yo creo que el libro puede ser perfectamente la base de una película sobre la conquista de la Antequera musulmana, que como digo, podría ser interesantísimo para la promoción turística de la ciudad.

Háblenos un poco del libro, ¿qué nos vamos a encontrar?

En el libro,que no es muy extenso, reseño la personalidad del Infante Don Fernando, las causas de la conquista, como fue el asalto de forma fidedigna y, por ejemplo, el estudio de los medios o armas utilizados en la época.

¿Qué descubrimientos o detalles nuevos ha destapado?

Por ejemplo, se puede afirmar que las anclas o garfios que los cristianos lanzaban desde la torre hasta las murallas para conquistar el castillo donde estaban los musulmanes se convirtió en un elemento muy diferenciador de la identidad de Antequera durante siglos. De hecho, creo que sería bonito que el Ayuntamiento de Antequera volviera colocar un ancla como símbolo de la conquista

La Torre de asalto fue también una insignia del bando cristiano, ¿es así?

Sí, el Infante estableció una delegación en Sevilla que fue la encargada de comprar y hacer el acopio del material de guerra para la conquista de Antequera. y allí dentro de los Reales Alcázares construyeron la torre de asalto que venía desmontada y tuvo que necesitar como120 carretas para transportarla. Además, para sacarla, tuvieron que romper las murallas, algo que no había hecho nunca ningún ejército en toda la Historia anterior.

También ha descubierto que la Iglesia de San Zoilo está relacionada con este capítulo.

Sí. Resumidamente, el Infante Don Fernando murió a los 37 años de una piedra en el riñón, enfermedad hereditaria que sufrieron también otros miembros de su familia. Pero antes de morir, construyó una capilla que luego se convertiría en la Iglesia de San Zoilo, patrón de los enfermos del riñón. Para deducir todo esto he tenido que leer cerca de 40 libros, porque no viene nada del origen de la iglesia.