Un siglo de juegos en Alhaurín de la Torre

Quizás el juego más antiguo, sea el de una apasionante carrera de caballos que los niños de los años 20 del siglo pasado realizaban, sin miedo a descabalgar, en su cuarto o en el salón de la casa. Se llamaba ‘Carrera de caballos-Hipódromo’ y las monturas avanzaban de forma mecánica sobre un lustroso tablero. 

Un poco menos veterano pero nonagenario es ‘Enseñanza eléctrica’, un juego de mesa que mediante clavijas y electricidad, planteaba a los niños preguntas de cultura general de la época, por eso tenían que adivinar banderas del mundo y entre ellas se encontraba la de la Alemania nazi.

Este es sólo el arranque de todo un siglo de juegos de mesa, que desde el pasado 12 de diciembre y hasta el próximo 12 de enero acaba de desplegar el Museo Andaluz de la Educación (MAE) en la exposición ‘Jugando en familia’.

El MAE, que está en Alhaurín de la Torre, cuenta con dos sedes apenas separadas por unos metros: en una amplia sala para las Ciencias se pueden conocer 350 aparatos científicos desde el siglo XVIII hasta casi la mitad del siglo XX, una selección de los 900 aparatos que conserva el ingeniero y profesor de la UMA José Antonio Mañas, cofundador del Museo Andaluz de la Educación junto al desaparecido Jesús Asensi.

La sede más grande es un antiguo colegio y también antiguo hogar del productor, que alberga todo lo relacionado con las Humanidades y la exposición ‘Jugando en familia’.

Como explica José Antonio Mañas, que también es el comisario de la muestra , la exposición quiere reivindicar los juegos con la familia y los amigos, en unos tiempos «en los que todos estamos con los móviles, las tabletas y los ‘streaming’».

En su opinión, los juegos de mesa «son una fuente de aprendizaje, porque te enseñan a perder y a ganar, a aprender en equipo y amplías tus conocimientos y tu vocabulario», destaca, a la vez que pone de ejemplo el famoso Trivial Pursuit, presente por descontado en esta exposición.

Y aunque la cuenta atrás comience hace cien años hay algunos juegos de mesa cargados de siglos. Con dos de ellos posa José Antonio Mañas en el aula ‘multiépoca’ del Museo Andaluz de la Educación: con un parchís y un ajedrez, en este caso basado en los personajes del Quijote (¿quién duda que Dulcinea es la reina?).

Para esta exposición, detalla, han cedido juegos vecinos de Alhaurín de la Torre, de Málaga y otros son de sus propios fondos, que nutren en su mayoría este museo que, desde su apertura en noviembre de 2019 como el primero en su género en Andalucía, no ha dejado de crecer y de participar en foros nacionales e internacionales.

Por cierto que otros clásicos presentes en la muestra son el mecano y una de las primeras versiones de los famosos Juegos Reunidos Geyper, con caja de madera y un logo con un niño rubio, anterior al sonriente niño de pelo castaño que se incorporaría hacia 1964 y del que también hay un ejemplo.

De los años 50- 60 es un original juego de pesca con pescaditos, cañas por supuesto y también imanes en el que participan cuatro jugadores (se llama ‘4 pescan’) del famoso ingeniero industrial Luis Congost, uno de los jugueteros más famosos de España.

De los años 70 hay muestras clásicas como el ‘Hundir la flota’, el juego de los barcos y también juegos de mesa relacionados con la televisión, como ‘La Ruperta fantasma’, en cuya portada aparecer la famosa calabaza y dos secretarias del concurso ‘Un, dos, tres’ de Chicho Ibáñez Serrador.

Otra cara popular ligada a un juego de mesa es el presentador José María Íñigo, la estrella por entonces del programa ‘Fantástico’. El juego se llamaba ‘Rostro Fantástico’ y reproducía un concurso del programa televisivo.

La década de los 80 viene de la mano de juegos tan recordados por los niños de entonces como el ‘Simón’, casi un cerebro informático con el que había que reproducir un patrón de sonidos y colores ‘Enredos’, el ‘Tragabolas’, junto al que posa el cofundador del museo o Magia Borrás, muy presente también en la década anterior.

De los 90 a nuestros días

Varias modalidades del Trivial ‘reinan’ en el apartado dedicado a los años 90 y siguientes, con otros clásicos como ‘La herencia de tía Ágata’o un ‘Monopoly’ de la serie de los Simpson .

José Antonio Mañas sonríe al recordar que ha sido su propia sobrina la que ha cedido juegos con los que juega en la actualidad «con sus amigos cuando va a a una casa rural»: el ‘Catan’, ‘Dixit’ o ‘Código secreto’ son buenos representantes de juegos e mesa de nuestros días.

Estos son sólo unos pocos ejemplos de una exposición que, el día de la visita de La Opinión estaba siendo disfrutada por los alumnos de un colegio.

El éxito del Museo Andaluz de la Educación, cuenta el cofundador de este espacio, se deja ya notar en varias ciudades andaluzas, donde ya se han celebrado exposiciones temporales con parte de sus fondos.

Precisamente estos días, en la calle Sierpes de Sevilla, en el Círculo Mercantil, puede visitarse la exposición ‘Mis primeras letras, mis primeros números’ con un recorrido por la Historia de la Educación desde 1870 hasta el final de la EGB, gracias al MAE.

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