Nacido en Estepona en 1996, el actor Carlos Llovet se subió por primera vez a los escenarios con tan sólo cuatro años. Descubría así, a tan temprana edad, cuál sería la pasión de su vida: el teatro. A los ocho años ingresó en la compañía de teatro grupo DELOS, bajo la dirección de Ángel Rodal, con la que recorrería numerosos escenarios. Posteriormente pasó a formar parte del Grupo Municipal de Teatro ‘Farándula’, del que forma parte aún hoy en día. A los veintitrés años empezó a producir sus propios espectáculos, con el estreno de ‘¡Quién me mandaría a mí!’.

A lo largo de su trayectoria, Llovet ha participado en más de 20 montajes teatrales. Participó en la película de producción americana del director Bryan Truman ‘Nameless’, y el pasado mes de febrero protagonizó el cortometraje ‘Heredarán las piedras’, que se estrenará en diversos festivales próximamente.

Las entradas están a la venta en la web www.tafestepona.com, y en taquilla del Auditorio, martes, de 10.00 a 14.00 horas, y jueves de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. También se pueden adquirir en taquilla los días de eventos desde dos horas antes del inicio.

Sinopsis: Esta es la disección de un rostro que habita la ficticia metrópoli de La Ciudad Sin Nombre. Arrasada por la corrupción, el poder, la soledad, el plástico, el silencio, la violencia, la asfixia, la falta de amor y el exceso de carne amoratada. La historia de un hombre herido, empujado al abismo por un Estado insaciable, retorcido y enfermo. Una historia ficticia que habla de una realidad compartida por todos.

Jojól es un ser afectado por las consecuencias de la crisis energética. Enfermo y perseguido sueña con reconquistar la libertad y la dignidad de los habitantes de La Ciudad Sin Nombre. Enfrentando a sus recuerdos, Jojól hace una descripción de los acontecimientos que hundieron en la decadencia a la sociedad en la que vive.

"Aquí todos somos ciudadanos de La Ciudad Sin Nombre. Capital gris del gran continente, donde los gobernantes se han hecho con el poder de una forma dudosa, dejando tras de sí tanto muertes como desapariciones, mentiras, miseria y corrupción. Ahora todo es plástico y la guerra está en las calles, es un nudo que no se puede deshacer con la lengua. Todo es Plástico es un grito encendido en la oscuridad, No somos máquinas, no estamos vencidos, el amor se alzará por encima del poder".