La serie que no iba de nada. Nada más escuchar este eslogan, el primer título que se nos viene a la cabeza es 'Seinfeld', la telecomedia norteamericana que hizo historia hace más de treinta años. Pero hoy toca hablar de otra serie que puede que tenga unas pretensiones más modestas, salvo las de hacer reír, pero no por ello va a ser menos recomendable. 'Poquita Fe' una de las series españolas de este verano y que se caracteriza precisamente por eso, de no ir de nada. De la vida cotidiana de sus protagonistas y que está muy alejada de esas poses artificiales que se ven a diario en las redes sociales.

Con ellos, ni siquiera la foto de la cerveza en una mesa de plástico descolorida tendría glamour. Como 'Seinfeld', 'Poquita Fe' no trata de nada, salvo de la vida mediocre y rutinaria que vive la pareja protagonista. Hasta tienen un vecino que podría ser la mezcla entre dos de los personajes de 'Seinfeld': Kramer y George Constanza. Conocer sus ligues de Tinder de este personaje nos aporta alguna que otra escena memorable, en la que las carcajadas están garantizadas. La serie está llena de secundarios muy divertidos, que perfectamente podrían convertirse en el centro de la acción desplazando a los dos protagonistas.

La serie de Movistar Plus ha sido creada por Pepón Montero y Juan Maidagán, responsables también de otra recordada telecomedia española como fue 'Camera Café', y es una propuesta para verse casi de tirón en una tarde. Doce episodios de quince minutos cada uno, que coinciden con cada mes del año. Acompañamos así a Berta y a José Ramón (interpretados por Raúl Cimas y Esperanza Pedreño) en la monotonía de sus vidas a lo largo de un año. La resaca de las navidades, la Semana Santa, las vacaciones de verano, la vuelta a la rutina del otoño...

La serie está contada en formato de falso documental, en el que se alternan las escenas de la trama con entrevistas a cada uno de los personajes para que comenten lo que está pasando. Un recurso que hemos visto en numerosas comedias televisivas, que en el entorno familiar popularizó 'Modern Family', y en el laboral tenemos ejemplos en el que se encuentran 'The Office', 'Parks and Recreations' o 'Paquita Salas', por poner un ejemplo más español. Y si nos vamos al terreno vampírico tenemos esa otra gran comedia que es 'Lo que hacemos en las sombras'. En 'Poquita Fe', el entorno laboral y familiar de los protagonistas se unifica y tenemos un todo en sus vidas. Aunque hay un toque Pantomima Full. Cada uno de los entrevistados va explicando a cámara el punto de vista de su personaje sobre lo que acabamos de ver, llegando a darse debates entre todos para defender su punto de vista.

La trama transcurre en Madrid, aunque poco importa en qué zona de la capital, ya que se ha huido de las zonas más fotografiadas y transitadas. Quizá para mostrar esa imagen de barrio de toda la vida. Berta y José Ramón parecen haber llegado a ese momento en el que ya no esperan nada de la vida y en el que el mejor plan que tienen es el sentarse en el sofá de casa el viernes por la noche, viendo series y atiborrándose de comida barata para llevar traída de un restaurante chino. Tienen a los suegros en casa todo el día y eso que ni siquiera Berta es su hija favorita, sino que lo es su hermana, con muchos problemas emocionales a causa de sus desengaños amorosos.

José Ramón trabaja como segurata en un edificio gubernamental, pero no le veremos enfrentarse a peligrosos delincuentes soltando mamporros a lo Jack Bauer. Lo más emocionante en su día a día casi podría ser evitar que le caguen encima las palomas o que sea a él a quien todo el que llega va a preguntar dónde está tal oficina. Berta trabaja en una guardería pero tampoco la veremos en tramas envueltas en contenido social sobre el papel de la educación pública, como si estuviéramos en 'Abbott Elementary'. En su día a día, su mayor problema es ese niño que se pone a llorar como un descosido cada vez que la ve aparecer por la puerta.

El humor de 'Poquita Fe' se construye a base de las situaciones absurdas a las que se enfrentan sus protagonistas. Todos los que saben reírse un poco de sí mismos se habrán visto más de una vez en uno de esos momentos en los que a uno más le vale ponerse a reír. Al final, lo trágico y lo cómico se tocan y, como decía Woody Allen, la comedia es tragedia más tiempo. José Ramón y Berta están juntos por estar. Envueltos en la espiral de la rutina, casi ni les importa si son felices o no. Seguramente si se vieran desde fuera también se divertirían. A lo largo de este año en el que les acompañamos en su vida, asistiremos incluso a una grave crisis en su matrimonio motivada precisamente por esa monotonía en la que se ha convertido su existencia.

Para no tratar de nada, 'Poquita Fe' nos acaba hablando de muchas cosas y es imposible no verse reflejado en la cotidianidad de algunos de sus personajes. Sus vidas pueden ser monótonas y aburridas pero acompañarles en ella puede ser toda una aventura. Y además muy divertida, De las de reír a carcajada limpia. A ver si les acompañamos otro año más.