Cuando se dan bandazos en la conducción pueden pasar dos cosas: que se pierda el control, y el vehículo se estrelle, o que la máquina recobre el equilibrio. La disyuntiva no depende sólo de la pura mecánica y dinámica, sino también de la pericia del conductor. En el tratamiento de la crisis los organismos internacionales y los países han dado hasta ahora dos bandazos: el primero, soltando liquidez a mansalva, para impedir el colapso, a costa de un gran endeudamiento. Esto de dar cuerda a la cometa para capear el vendaval, lo secundaron todos los países. El segundo, drenando liquidez a mansalva, para cortar el riesgo de impago de la deuda, a costa de dificultar la recuperación. Esto de recoger la cuerda para tensar el control lo están haciendo todos los países, salvo USA. Las teorías ya no sirven, y la razón la tendrá el que mantenga la cometa en el aire, o el coche en la calzada.