Promesas de la Junta

Soy presidente de la comunidad de un edificio de cinco plantas en calle Concejal Masso Roura número 9, de un edificio sin ascensor, donde vivimos 30 familias, la mayoría de ellas de la tercera edad y con enfermedades que no le permiten subir y bajar escaleras, como el caso de Rosa Franquelo. Esta persona con una paraplejia que lleva nueve años sin poder salir a la calle, otros con infartos, embolias, o el caso de una adolescente con numerosas operaciones en sus piernas. Otros se han tenido que marchar con sus hijos temporalmente, esperando a que la Junta de Andalucía nos subvencione el ascensor, como en otros edificios de la barriada que ya están instalados.

En el año 2007 nos pusimos en contacto con la delegada de la Junta de Andalucía, Josefa López, y nos dijo que le preparara la documentación de solicitud y que se la entregase, que ellos subvencionaban el 95 por ciento y el 5 por ciento restante la pagaríamos los vecinos como en los demás edificios.

Unos días antes de marcharse de su cargo la delegada nos volvió a reunir y nos dijo que ya estaba todo solucionado, que la documentación había sido enviada a EPSA y que en pocos días nos comunicarían cuándo empezaban a ejecutar las obras. Esperamos unas semanas y al no recibir comunicación,nos pasamos por EPSA y nos dicen que ellos no han recibido ninguna documentación.

Ya hartos de aguantar mentiras y engaños nos pusimos en contacto con su periódico, más concretamente con Alfonso Vázquez, tras informarle de todo, este señor se pone en contacto con la delegada de la Junta y también se compromete con él a subvencionarnos el ascensor. Otra mentira más de la delegada hacia él y nosotros. Debido a esto hay vecinos que están con depresión al hacerse ilusiones, poco después se nos comunica que no hay dinero y tras indagar por otras vías nos enteramos que para casos como este, urgentes, hay en reserva fondos.

En febrero nos volvemos a poner en contacto con Alfonso Vázquez y tras salir la entrevista en su periódico y en varias cadenas de televisión el nuevo delegado de la Junta, Enrique Benítez, se compromete con Alfonso Vázquez a concedernos la subvención. Espero que esta vez sea verdad y nos reúna para firmar el compromiso.

Muchas gracias a su diario y en especial a Alfonso Vázquez por los tres años de ayuda en nuestra lucha.

José Aguilar López. (Málaga)

Intolerable ofensa de Villalobos

Como madre de un ciudadano español con síndrome de Down, el cual merece todo el respeto de la sociedad, igual que el resto de personas con y sin discapacidad, es por lo que quiero transmitirle a la señora Celia Villalobos que no tiene disculpa lo que dijo. Me refiero a lo de «los tontitos», término absolutamente desafortunado y falto de respeto. Me parece intolerable además que esta señora nos quiera hacer partícipes del empleo de este término a todos los ciudadanos de Málaga.

Señora Villalobos, ese término lo empleará usted y puede que algún conocido suyo, pero los demás malagueños no. Bajo ningún concepto. Me avergüenza que una persona como usted me represente en el Congreso de los Diputados y creo que usted sola se ha calificado y se ha desacreditado al emplearlo.

Piense usted un poco antes de hablar y no sea tan «graciosa», que no lo es, antes de nombrar a Málaga y de ofender a cientos de malagueños que tenemos un hijo o un familiar con discapacidad. Piense que aquí hay otras personas, muchas personas, que están en otra onda que no es la suya y seamás humana y más respetuosa. El lenguaje hay que saber conocerlo, emplearlo, manejarlo y dominarlo.

Las cientos de padres y madres que nos hemos sentido ofendidas y atacadas por sus declaraciones aún no hemos escuchado sus disculpas. Ya va siendo hora.

Matilde Fernández de R. (Málaga)

Por el fin de la maldita guerra

Admiro mucho la poesía de Miguel Hernández a la que me aficioné escuchándolo en boca de Joan Manuel Serrat, comparto muchas cosas de su ideología comunista y además me parece una barbaridad propia de genocidas que condenaran a quienes defendieron la II República por rebelión militar, pero dicho esto, considero un error pedir que anulen la sentencia porque forma parte del testimonio de la sinrazón pistolera del franquismo. Yo me pongo en su lugar y soy condenado por algo que no cometí y remuevo el cielo y la tierra proclamando la injusticia. Si se olvida el atentado contra las libertades es en mi opinión como si tal crimen no se hubiera cometido nunca. A ver si entre todos conseguimos acabar de una vez la maldita guerra, que tendrá 75 años el 18 de julio próximo.

Manuel Salvador Bastazo Navarrete (Málaga)

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