El Ateneo de Málaga ha superado etapas difíciles, saliendo fortalecido en cada una de ellas, incluso cuando mayores dificultades encontró en sus cuarenta y cinco años de su dilatada historia. Su fortaleza se fundamenta en los sólidos cimientos con los que se constituyó en tiempos de dictadura, y al sucesivo apuntalamiento durante el proceso de construcción gracias, en primer lugar, a la generosidad de los presidentes que me precedieron, juntas directivas y socios que han aportado esfuerzo y mucha dedicación para que Málaga tuviese un espacio intelectual que impulsara nuevas ideas en los diferentes ámbitos de la cultura; y, en segundo lugar, a la colaboración de instituciones públicas y patrocinadores privados que han tenido la convicción de que un Ateneo de prestigio es necesario en una ciudad en proceso de crear una de las ofertas culturales más interesantes de España.

Por su historia y su trayectoria, el Ateneo no debe limitarse a ser mero gestor, sino, un referente de la cultura de la ciudad en la línea de nuestra esencia y nuestra razón de existir, es decir, reflexión y debate sobre las nuevas corrientes del libre pensamiento en cualquiera de los ámbitos del conocimiento. Y para ello, uno de nuestros objetivos es estrechar aún más los lazos con la Universidad y con la sociedad en general, convencidos de que ambas tienen un potencial inagotable que ha de integrarse en la oferta diversificada de nuestras veintidós vocalías, siete de ellas dirigidas por profesores universitarios.

La Universidad de Málaga ha crecido de forma destacada en las últimas décadas, situándose como una de las más prestigiosas de España. Con ella instituimos los Premios Ateneo-UMA y con ella iniciamos una nueva andadura creando en el curso 2011-2012 Tribuna Ateneo Universidad, un espacio para impartir y debatir sobre temas de especial interés a cargo de profesores significados de la UMA. Ello va a ser posible gracias a la rectora, Adelaida de la Calle, la vicerrectora de Cultura, María Isabel Calero, el director de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), Fernando Arcas, con el que iniciamos este proyecto de Tribuna Ateneo UNIA en el curso pasado, y Juan Antonio García Galindo, decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y vocal de Relaciones con la Universidad, piezas claves en el éxito de esta nueva experiencia.

Pronto inauguraremos el curso Ateneo 2011-12. Es una excelente ocasión para invitar a quienes se identifiquen con nuestros principios, a hacerse socios y a participar de este gran proyecto. Ahora, como en otros tiempos difíciles, necesitamos personas que apuesten por un modelo de cultura independiente, diverso y dinámico como el que ofrecemos en calle Compañía 2, un edificio declarado Bien Cultural, síntesis de los momentos claves de la cultura malacitana desde el siglo XVI.

En tan sugerente espacio disponemos de un excepcional archivo histórico, una colección de arte inédita de los artistas plásticos de de las décadas de los años 50 y 60, una biblioteca con más de treinta mil volúmenes, durmiendo el sueño de lo imperecedero en espera de un patrocinio que ponga en valor tan extraordinario patrimonio bibliográfico; el aula picassiana, donde el padre del genio universal impartió clase de arte junto a otros importantes maestros del costumbrismo e impresionismo del siglo XIX, también confiada en que su recuperación definitiva llegue algún día; un salón de actos con una de las pinturas murales más importantes de la ciudad… Y sobre todo, un capital humano que Málaga no puede desaprovechar, entre otras razones, por el coste cero que le supone a la ciudad disponer de una oferta cultural gratuita, gestionada por personas cualificadas, a las que de forma altruista entienden nuestro trabajo como un instrumento más al servicio del progreso social.

Los responsables culturales, con independencia del partido que gobierne en nuestras administraciones públicas, deben entender y valorar el patrimonio que, desde el pluralismo y la libertad, supone para una ciudad como la nuestra, la actividad permanente que sigue ofreciendo el Ateneo con una significada participación ciudadana. Seis extensiones en la provincia y tres más en proceso de incorporación son una prueba de nuestra vocación de fomento, promoción y difusión de la cultura, primera finalidad estatutaria desde que se fundara en 1966.

Sin embargo, la crisis económica que a todos nos afecta también llegó a la cultura y el Ateneo no se iba a librar de tan inquietante situación. Nuestros patrocinadores privados han recortado o congelado sus aportaciones; la nueva oferta de subvenciones de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para actividades de fomento y promoción se ha restringido obligando a aportar a los beneficiarios el 20% o el 40% del coste, dependiendo de los casos, lo que implica la concesión de ayudas sólo a las entidades que demuestren disponer de fondos y no a quienes los necesitan para continuar con un más que probado servicio de utilidad pública como es el caso del Ateneo de Málaga.

Pero también es justo reconocer y agradecer la prórroga de cesión de nuestra sede por parte de la Consejería de Educación y la adjudicación cada año de los empleados del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), sin los que difícilmente gestionaríamos la contabilidad, la web, la biblioteca y el archivo histórico. Igualmente, consideramos de gran valor la colaboración de la Diputación y su servicio de publicaciones (CEDMA) sin el que difícilmente editaríamos la revista Ateneo del Nuevo Siglo y otras colecciones de libros; como la participación en los programas de cooperación con el norte de Marruecos, transferidos por el Ayuntamiento de Málaga; y, sobre todo, la imprescindible ayuda de la Obra Social de Unicaja, gracias a la cual abrimos las puertas todos los días ofreciendo a los malagueños un programa cultural dinámico, diverso y de calidad.

Desde estas líneas, animo a instituciones públicas, empresas y ciudadanía en general a colaborar en este gran proyecto, con la certeza de que así construiremos entre todos una ciudad más culta, más libre.

Diego Rodríguez Vargas es el presidente del Ateneo