El «Balón de Oro» de este año, antes de la entrega, está considerado como pura chapuza. En medio mundo se considera que ha existido manipulación desde el momento en que la FIFA amplió el periodo de votación del 15 al 29 de noviembre. A medio partido fue cambiado el reglamento. Josep Blatter, con mala conciencia por la chufla sobre Cristiano Ronaldo en una reunión con universitarios ingleses, decidió ampliar al plazo. Con ello, además de que los votantes podían modificar su primera decisión, quienes no habían emitido su voto podían hacerlo. Se entendió que tal decisión fue tomada para ayudar a Cristiano Ronaldo, quien había sido decisivo, con exhibición goleadora, para que en los partidos de repesca para el Mundial, Portugal venciera a Suecia.

El «Balón de Oro» ya ha tenido fuerte polémica varios años. No existe la norma reglamentaria estricta para la emisión de los sufragios. Votan periodistas de «France Football», entre ellos sólo un español, Francesc Aguilar, de «El Mundo Deportivo», capitanes y seleccionadores nacionales. En ocasiones, se ha considerado que el veredicto debía ceñirse a los méritos alcanzados durante la anterior temporada. Otras veces se considera que se debe tener en cuenta lo ocurrido en un año. Ello no concuerda con la norma de la «Bota de Oro», que se otorga de acuerdo con los tantos marcados en la temporada anterior. Es decir, no se cuentan los conseguidos en los meses de la actual campaña.

Los criterios son tan cambiantes que, coincidiendo con la disputa de mundiales, se llegó a decir que sin Mundial no había premio y, no obstante, ni Xavi ni Iniesta, finalistas el año en que ganaron el Mundial, consiguieron el trofeo; fue su compañero de equipo Lionel Messi quien se llevó el premio. Es constante la confusión entre los triunfos individuales y colectivos. Johan Cryuff fue galardonado en 1974, pese a ser derrotado en la final de Múnich por la Alemania de Beckenbauer.

Este año se ha ponderado mucho el hecho de que el francés Franck Ribery ganara la pasada temporada Liga y Copa de Alemania y Liga de Campeones. Si se suman éxitos colectivos también ha sido, recientemente, campeón de la Supercopa de Europa.

De acuerdo con los valores que consideran algunos, el francés debe ser vencedor. Tras él, ganador de la Liga española, estaría Messi. Cristiano, que no cató ningún título, sería el tercero. Pero vayan apostando por aquello de que los últimos serán los primeros.

Cristiano ya ha anunciado que estará presente en la gala del día 13 en Zúrich. También ha estado en otra ocasión en que no ha ganado, pero el anuncio tan rotundo hace pensar que sabe a lo que irá.

El fútbol español ha aportado ganadores de su Liga, pero fundamentalmente extranjeros como Di Stéfano y Messi, ambos argentinos. El único español fue Luis Suárez, en 1960. Jugaba en el Inter y este dato sí contaba mucho. No se lo dieron en 1964 cuando fue campeón de Europa con España. Fue para el escocés Denis Law, futbolista realmente excepcional y que humilló a la selección española en 1963, en el Bernabéu: España, 2; Escocia, 6.