Sin novedad en el frente. Vicente del Bosque ha vuelto donde solía. La única novedad, la incógnita despejada de Diego Costa, «el deseado», que ha entrado en la lista definitiva a pesar de las dudas sobre su estado físico que, finalmente, ha obtenido diagnostico favorable. La selección ya está definida en los nombres. Lo que sigue siendo misterio es el juego que va a desarrollar.

Contra Bolivia en Sevilla acabó por triunfar el falso 9. El equipo jugó más cohesionado y a su tradicional estilo cuando entraron en juego Iniesta, Silva y Cesc. Dicho esto hay que comenzar a pensar en el porqué de tres delanteros centro, el mentado Costa, Torres y Villa. La terna está justificada porque el brasileño nacionalizado ha sido la sensación de la Liga y, salvo que necesitara muletas para caminar, estaría entre los elegidos.

Otra cosa será si puede ser alineado desde el primer día o hay que continuar dándole mimos, para que cuando finalmente actúe, no repita lo sucedido en el final de Liga en el Camp Nou y en Lisboa en la copa europea. Era cuestión de honor incluirle en el grupo. Además, cuenta con el apoyo de dos compañeros de equipo, Juanfran, que también ha superado la última prueba y Koke. Ambos le arroparán para que no sienta soledad.

La dudas sobre Costa son las mismas que se pueden argüir con Villa y Torres. Es futbolista que se defiende magníficamente jugando al contragolpe. En el borde del área con todo el equipo contrario defendiéndose tiene menos opciones para llegar al gol. Villa, que no ha brillando demasiado en el Atlético es todavía el máximo goleador de La Roja y como en el caso de Torres, eficaz en las fases finales europeas y mundiales, hay agradecimiento a los servicios prestados. También su juego es más valioso en los contragolpes. Especialmente en el caso de Torres.

Villa aún se defiende penetrando por la banda izquierda. Ninguno de los tres puede protagonizar el plan B, es decir, el juego a la desesperada, el bombeo de balones al área. Nadie, en este aspecto, comparable a Fernando Llorente.

Las discusiones sobre el centro del ataque, probablemente, quedarán marginadas cuando se examine lo presenciado en Sevilla. La selección sigue teniendo poco gol, pero los «jugones» se sienten más iluminados cuando se juntan. Iniesta y Cesc parecieron distintos a los que hemos visto en el Barcelona esta temporada, tristes e irregulares.

Da la impresión de que en la selección tienen más libertad que la del Camp Nou, donde hay que estar pendientes de Messi. Los dos barcelonistas, que se han reactivado, junto a Silva, pueden hacer diabluras. Siempre que, como suele ser habitual, Del Bosque no prescinda de Silva o lo releve a mitad de partido.

Por los antecedentes, Xavi debe ser cuidado. No está para soportar todo el campeonato como titular. Ha de tener relevos para que no le pese en exceso la temporada. La participación de Koke se presume interesante y el encaje de Cazorla en el equipo ha sido siempre magnífico. La baraja de creadores es amplia y de garantías y en el cuadro de centrocampistas con tendencias defensivas con Xabi Alonso, Busquets y Javi Martínez hay aportación suficiente.

En Madrid no gustará que Del Bosque haya dejado en casa a Carvajal, que ha hecho gran campaña. Se justificaba la ausencia de Arbeloa porque su relevo era madridista. Ahora, sin ambos y sin Isco, de quien se presumía debía estar en el elenco, habrá palabras.

Con Azpilicueta, que puede alternar las dos bandas, Juanfran y Jordi Alba el equipo tiene tres hombres proclives al avance para abrir el campo. Son los auténticos extremos, función que apenas existe como tal, y encima a quienes ocupan tales posiciones los modernos les llaman centrocampistas. El prescindir de Navas, por lesión, no ha de ser obstáculo si los tres zagueros se desenvuelven como hacen habitualmente.

Lo auténticamente novedoso en el Mundial es la aportación de futbolistas pertenecientes a la legión extranjera: Reina, De Gea, Azpilicueta, Javi Martínez, Albiol, Silva, Mata, Cazorla y Torres. No obstante, el número de probables jugadores titulares es mayor: Casillas, Piqué, Alba, Sergio Ramos, Juanfran, Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc, Xabi Alonso, Pedro y Villa.

La mayor incógnita sigue siendo el estado físico de los elegidos. La mayoría ha terminado la campaña pendiente del toque de reconocimiento.