Existen muchos dirigentes políticos cuyas declaraciones son de una hipocresía y desfachatez total, en lo que se refiere a « romper España» en el debate soberanista.

Yo no sé, ni tengo claro si ese debate soberanista es justo, legal, histórico, o de sentimientos de un pueblo. El tiempo y los acuerdos y circunstancias políticas lo dirán.

Pero lo que si tengo clarísimo es que a esos políticos les importan más sus cargos, prebendas, poder y la «unidad de España» que el bienestar de todos los españoles.

Preocúpense antes, lo mismo los que estén a favor, como los que estén en contra, de ese sabelianismo, del bienestar y mejoras sociales de todo un pueblo, de toda España, del paro, de la educación, de la cultura, de la vivienda, de la sanidad, de la justicia, y de una pobreza y miseria cada día más evidente.

Estáis tratando este tema, descaradamente, unos y otros , como una «cortina de humo», con la intención de desviar problemas básicos y fundamentales en la convivencia de todo un pueblo.

Pueblo cada día más harto y machacado, con recortes, paro, conflictos sociales «colaterales» e injusticias múltiples de todo tipo.

Pueblo al que le importa más tener trabajo, seguridad, esperanzas del futuro de sus hijos, bienestar social, y una democracia más justa, que conflictos territoriales, patrias, banderas, y «guerras políticas» de dudosos y sospechosos intereses.

Señores políticos, preocúpense fundamentalmente de todos los problemas acuciantes de sus ciudadanos, de sus intereses, de su bienestar, y sobre todo de su futuro, de un futuro esperanzador, porque el que se vislumbra en el horizonte es muy trágico y dramático.

Sean serios, y responsables, y cumplan con todo lo que prometen antes de que se les vote, cumplan con un pueblo que les vota, apoya y aplauden, y olvídense de luchas internas, engaños, y ambición de poder y dinero. Terminen de una vez por todas con esta corrupción que nos arruina y machaca al más necesitado.

Y sobre todo, repito, no empleen, y alienten el sabelianismo, banderas, patrias, y sentimientos , oportunistas para tapar y ocultar otros problemas muchos más graves y dramáticos, los que verdaderamente les afectan al ciudadano, y que ustedes los políticos gobernantes y sus cómplices no resuelven.