Lo que me he podido reír con Teresa Porras cuando asegura que «el botellón no existe, es gente que bebe en la calle». ¡Porras, Teresa!, siguiendo tu regla un «follón» en Málaga debe ser como para no perdérmelo y más si «las niñas van con las bragas en la mano». Y yo le pregunto a la observadora señora: ¿Esas niñas que desfilan por las calles centrifugando con una mano sus bragas mojadas lo hacen formando comparsas en plan moros y cristianos? (Yo doy ideas por si acaban en tradición). ¿Que dimita? ¿Que la cesen? ¡No! A ver si la nombran embajadora y salimos de Málaga para entrar en Malagón.