No es eso, no es eso...

No resultó el debate del lunes lo que muchos esperaban. Un encuentro a cara de perro para que se expusiera de forma correcta y sin relampagueos de rabia lo que uno y otro -Rajoy y Sánchez- pensaban de la situación en la que ahora nos encontramos, todavía muy lejos de ser económicamente óptima y con más de cuatro millones y medio de parados y una precaria situación de un número incontable de familias viviendo precariamente. Pero resultó ser una batalla campal, declarada por el líder socialista desde el primer momento de su intervención. Se esperaba un repaso a la situación en la que nos encontramos y de lo que uno y otro de los partidos en liza esgrimirían para combatirla y los medios que se pusieron para combatirla. Y, desde luego, las recetas de cada litigante para remediar los males que abaten a la ciudadanía. No ocurrió así.

Lo que se vio fue combate verbal del que muy pocos podrían sacar nada en limpio una vez examinadas las diatribas de ambos contendientes. Todo se sabía de antemano y nada nuevo pudo escucharse porque tanto uno como otro lo habían hecho público con anterioridad. Economía,empleo, estado del bienestar..., ya sabíamos las posiciones de ambos contendientes y nada nuevo aportaron que no fuese ya archisabido.

Así que nos quedamos con las formas que ambos exhibieron y coincidirán conmigo en que la táctica empleada por Sánchez de ir al degüello del contrincante no solo desarboló en algunas ocasiones a éste sino que nos impactó a quienes seguíamos el pugilato, que llegó a tener tintes desabridos y hasta de pésima educación, que era lo que menos cabía esperar de alguien que aspira a regir el destino de los españoles en los cuatro próximos años. No es eso, no es eso... Porque quién más o quién menos nos quedamos en albis ante tantas formas desabridas, que era lo que se esperaba de un debate de tanta altura (así se podía pensar antes de que el moderador (que moderó muy poco, dicho sea de paso) diese el pistoletazo de salida.

No creemos que el resultado del encontronazo de ambos va a aportar mucho en lo que toca al aumento o merma de las intenciones del voto. No habrá trasvase de votos de uno a otro partido. Y las cosas van a seguir como estaban. No hace falta ser un gurú de asuntos políticos para vaticinarlo.

José Becerra GómezMálaga