Cuando llega diciembre me invade sin medida el espíritu de la Navidad. Me gusta montar el Nacimiento, escuchar la voz cálida de Frank Sinatra y ver películas con final feliz como Love Actually. Costumbres. Cuando llega la Navidad echo la vista atrás y me acuerdo de los que estuvieron y ya no están. Me traslado con nostalgia a noches que parecían infinitas, cargadas de ilusiones que aún hoy mantengo gracias a los que se quedaron, que no renunciaron a hacerme sonreír. Cuando llega la Navidad miro al año que llega con esperanza y emoción. Para este 2016 lo hago pensando, y esperando, que sea un año cargado de vida y buenas noticias.

Cuando llega la Navidad pienso a qué obra social destinaré parte de mi paga extra. Con qué ONG colaboraré, a cuáles ayudaré aportando mi grano de arena. Mis pequeños pero válidos granitos de arena. Tarea difícil, si tenemos en cuenta que son miles las personas en riesgo de exclusión sólo en esta ciudad, pero millones en todo el mundo a las que hacer la vida más fácil a través del trabajo de entidades que merecen todos los reconocimientos y todas las pagas extras. Me cuesta seleccionar porque siempre me ha resultado difícil decir no. Si no sé negarme a la petición de un amigo o un jefe, ¿cómo voy a sortear el grito de auxilio de una persona?

Estos días de Navidad, en los que las necesidades de los que menos tienen salen a relucir porque otros trabajan por recordarnos cuán afortunados somos quienes trabajamos, tenemos una familia, un hogar y, lo más importante, salud, se multiplican las iniciativas solidarias. Como la de Manuela Carmena. Me hubiera gustado que nuestro Ayuntamiento hubiera cedido parte de sus espacios, por ejemplo, a Los Ángeles de la Noche. Ver cenar a esas 3.000 personas en un salón, unidas por la misma palabra: solidaridad, sin necesidad de hacer cola en el decadente margen del río. Estos días han criticado a la alcaldesa de Madrid y la han tachado de oportunista, de hacerse la foto e, incluso, de retomar un proyecto de Botella. Ciertamente debemos, y tenemos, que ser solidarios el resto del año pero yo me pregunto: Es ayuda, ¿qué más da?