Algunos cuentos son hermosos. Otros un engaño irresponsable. Pero para qué pedirles a los Reyes Magos que la política cambie si ellos no entienden de barcos, ni deben aprender. Sólo hacer el repaso de promesas y proyectos cambiantes, en función del antojo del político que los proponga sin la debida memoria económica ni la capacidad real y el consenso para ejecutarlos (como las que recordaba en el periódico Alfonso Vázquez para el futuro uso del abandonado convento de la Trinidad en Málaga, por poner un ejemplo), te convierte en un ser resignado y por tanto cómplice final de semejante falta de respeto al ciudadano. Veremos si eso va a cambiar en este nuevo año…

El cuento del convento

Precisamente un «Parque de los cuentos» fue uno de los usos prometidos para ese edificio del siglo XVI que sigue arrumbado por la impotencia institucional, la demostración política de otro quiero y no puedo o sólo no puedo ni tampoco es que quiera mucho. Museo de arqueología, Instituto Andaluz del Patrimonio, Biblioteca Provincial y Centro Internacional del Arte Rupestre, además del citado Parque de los cuentos, han sido promesas de distintos consejeros de Cultura que se han ido sucediendo para la rehabilitación y uso del monumento convertidas en un cuento chino más de las promesas. Si han entrado en 2016 sin mojarse bajo el chaparrón de descrédito que les ha supuesto la campaña, liderada por el mediático chef dos estrellas Michelín Dani García y secundada incluso por Antonio Banderas, contra el despropósito administrativo de la escuela de hostelería La Cónsula, no se van a soliviantar por muchos que los vecinos voten a Bríos por el abandono del convento de la Trinidad..

Prometiendo en vano

En el ranking de las promesas de todo pelaje partidista no puedo evitar rescatar como promesa cumbre aquella del ex presidente andaluz Manuel Chaves -que no prometió pocas: Internet de 1 Mega gratis, la clásica de acabar con el paro en 6 años, habitaciones individuales en los hospitales, pisos de 70 metros por 250 euros de hipoteca, y más- de dar vacaciones a las amas de casa. La lanzó con singular desparpajo, hablamos de 1994, y como si no hubiera existido semejante fuego de artificio se difuminó hasta extinguirse. No resulta fácil saber si estas cosas van a cambiar o no en este nuevo año, ni si algo va a cambiar de verdad o sólo maquilladamente para que nada cambie, en fin, ya saben. Pero Chaves ya no está. Ni el dinosaurio Arenas tampoco, o casi.

Ya están aquí

El penúltimo día del ya año pasado Javier Arenas formalizó su renuncia al acta de parlamentario en Andalucía «para centrarse en su labor como senador». El Senado absorbe mucho. Aunque populares como De la Torre, por seguir tirando de ejemplos, compaginó hasta 2014 ser alcalde de la quinta ciudad de España con el Senado, y con singular desenvoltura. Una cosa sí parece clara, la alargada sombra de Javier parece que se aleja de su sucesor Juanma Moreno, que sigue en el intento de afrontar, que no enfrentar, en el liderazgo al en exceso acomodado a vivir en la derrota PP andaluz. Pero con los nuevos vecinos políticos empeñados en haber llegado para quedarse en el parlamento también en eso habrá cambios.

Habrá más cambios

Como los habrá en España. Tanto si hay nuevas elecciones generales, lo que parece más que probable, como si consiguen investir un presidente del Gobierno sin mayoría con el abanico político demasiado fraccionado como para que le dé un mínimo de aire. Y cada paso que den, tanto Rajoy como Susana y Sánchez como Iglesias y Rivera, traerá consecuencias que harán tremolar el apalancado tablero institucional. Y tampoco en eso tendrán nada que ver los Reyes Magos. Los pobres lo tienen cada vez más difícil incluso en cumplir su misión fundamental, la de mantener la ilusión de los niños en que de verdad no son aún los padres. Y precisamente muchos adultos, entre ellos muchos padres y titos y familiares diversos, no se lo ponen fácil.

Reyes sin magia

El atiborramiento de regalos convierte a los pisos de clase media, venida o no a menos, en almacenes de juguetes de segunda mano. Y sólo la inocencia preciosa de los críos y su sorprendente memoria para no olvidar casi a ninguno es capaz de organizarlos. Pero tarde o temprano sucumben al atracón y su ilusión queda tocada. Demasiados estímulos, demasiadas cosas… Y demasiadas cabalgatas y de medio pelo como para que no se pregunten qué hacen tantos Reyes Magos -empieza a ser difícil contarlos- el día 4 por los barrios, como ocurre en Málaga, si hasta la noche siguiente no entrarán por la ventana para dejarles lo regalos. Refléjense en sus ojos. Reflexiónense en sus miradas.

2016, buenos deseos…

Porque hoy es sábado