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El palique

Jose María de Loma

Redactor jefe

Predicar y predicar

De la Torre no para de reunir a sus concejales para darles el chapazo sobre Limasa. Verás tú que les organiza un retiro...

El alcalde de Málaga cambia de nuevo su postura sobre Limasa. Acordó con el comité municipalizar la empresa. Pero ahora dice que sopesará si es lo mejor o no cuando tenga más datos. Desde que algunos de sus concejales se rebelaron por la falta de información a la que los tiene sometidos, el regidor no ha parado de reunirlos y convocarlos, incluso en sábado, para pegarles la chapa. Los tiene fritos y algunos no tienen reparos en reconocerlo. Los trabajadores de Limasa bien pudieran estar ya pensando en nuevas revueltas y protestas si De la Torre no cumple su palabra. La ciudad sucia. La agenda del alcalde de Málaga está mutando peligrosamente: el noventa por ciento del tiempo lo dedica a pensar qué hace con Limasa, si es que hace algo y en reunir a los concejales para darles la máxima información sobre sus dudas, que dudamos que estén claras y que sean dudosamente útiles para la limpieza de la ciudad. El resto del tiempo se le va en que le den homenajes y en tratar de taponar el bendodismo. Ya si acaso el domingo se torpedea el metro. El otro día en la presentación del Foro Transfiere De la Torre le dio la mano a Bendodo mirando para otro lado, con rapidez, tal vez pensando otra vez este tío aquí. Y lo que te queda, Paco, pudo pensar Bendodo.

El presidente provincial del PP está pegando su imagen a la consecución de un nuevo hospital para Málaga. El alcalde, al de un suave patinar en casi todo, luego de unos años de magnífica y fructífera transformación de la ciudad. Municipalizar Limasa es como nacionalizar. Un algo que da sarpullido a los liberales y gusta a la izquierda clásica. La municipalización es de hecho el reconocimiento de un fracaso. También, hurtar al PP provincial la amistad de grandes empresas, las que participan en Limasa y otras, que tan útiles y benefactoras son para los partidos cuando llega una campaña electoral€ El concejalismo capitalino navega por la semana implorando tener el sábado libre o al menos un actito rápido y matinal, pero el alcalde es aventajado discípulo de Stajanov y no entiende de fines de semana. Este se van a librar porque viene Feijóo. Igual están temiendo que para lograr una mayor sintonía y puesta en común de diversos temas se le ocurra organizar una convivencia, como hacía Fraga con sus consejeros, en un parador, monasterio u hotel rural. Pero a palo seco, que el ´León de Perbes´ al menos les hacía queimadas.

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