'Necesito pedirles perdón', por Pablo Osés Azcona

Qué bien vivo mientras que en Níger y sobre todo en Nigeria, una crisis humanitaria afecta ya a 11 millones de personas. De ellos, 2,6 millones han tenido que huir de sus casas. Masacres de Boko Haram, hambruna y olvido. Y, por desgracia, hay muchos más marginados en el mundo. Cuenta un amigo que acaba de llegar del Chad que toda la zona es realmente un infierno desolador. Que de hambre se les murió una niña en la fila esperando el reparto de alimentos. Que el agua es salobre, la tierra reseca, los soldados brutales y siempre bajo un viento intenso y arenoso. Dice también muy admirado que es increíble el tesón por vivir de esa población masacrada y desplazada, su deseo de hacerlo en paz. Son africanas y africanos con una resistencia inagotable. Con sólo ¡15! euros por familia y mes, que en la época más dura les entrega el Programa Mundial de Alimentos (PAM), consiguen a fuerza de trabajo sobrevivir. No se qué hacer. Necesito pedirles perdón. A todos estos esforzados hermanos marginados. Intentaré mandarles mucho más. A ver si llego hasta una cantidad adecuada. Y para ser eficaz se me ocurre urgir con ahínco a mi Gobierno que reanime esa cooperación internacional que miserablemente ha laminado. Algunos partidos están reaccionando. Ánimo