El Obispado de Málaga ha reabierto las puertas de la iglesia más antigua y con más valor de Málaga tras un importante proceso de remodelación. La iglesia de Santiago, en pleno Centro de la ciudad, ha estado cerrada al culto los últimos 18 meses, un tiempo que ni en el mejor de los pensamientos se pensaba que fuera posible. ¡Bien por la Diócesis!

La puesta en valor del patrimonio se puede hacer de muchas formas, pero el trabajo integral realizado en la de Santiago es admirable. Un templo con cientos de años de historia que ha ido sufriendo lo duro de la humedad de esa rambla que baja desde la plaza de la Merced. Ya siendo párroco Manuel Pineda se hizo una primera intervención, pero el grueso ha venido ahora, cuando se ha apostado por la remodelación integral de las iglesias del Centro Histórico: San Juan y el Santo Cristo, en el Centro, o San Felipe Neri, en calle Gaona.

El Obispado, con la colaboración de otros colectivos, piensa en el largo plazo, en la importancia de tener cuidadas las fachadas de los templos para que el interior sea capaz de proyectar luz y vida.

Las cofradías son actores que pueden y deben facilitar esa vuelta a la vida de las iglesias remodeladas, en este caso Santiago. Después de un año y medio, volver a esta casa que parece nueva necesitará de un tiempo de aterrizaje.

En definitiva, las apuestas de la Diócesis en el ámbito patrimonial son de alabar, sobre todo en el feliz caso que nos ocupa, la reapertura al culto de la iglesia de Santiago.