'El efecto de tus creencias', por Cristina Castro

Cuando pensamos en cosas de nosotros mismos que nos gustaría cambiar, la mayor parte de la gente se enfocará en su aspecto físico, otros quizás en sus habilidades o inteligencia, y algunos puede que en sus sentimientos, pero muy poca gente cambiaría sus creencias. Esto podría deberse a que un cambio físico es algo fácil de apreciar, algo que puede repercutir en nuestra vida al instante mejorándola, pero ¿qué son las creencias? ¿cómo puede una frase en nuestra cabeza afectar a nuestra vida?. Las creencias no son simples frases, son conceptos repetidos una y otra vez dentro de nosotros, conceptos que sin que nosotros lo queramos acaban afectando a nuestra visión del mundo, modificando la realidad para nosotros. Según estudios realizados en la universidad de Stanford una persona que cree que el poder de voluntad es un recurso ilimitado tardará mas en cansarse mientras hace cualquier tarea que otra que piensa que el poder de voluntad es limitado. Sin embargo el efecto de nuestras creencias no cesa, a menudo nuestras creencias alimentan los sesgos cognitivos que podamos tener, por ejemplo, una persona con un sesgo de confirmación que piensa que “no se puede dejar de fumar” buscará en Internet información que apoye tal teoría. Muchas veces culpamos al mundo externo de problemas que surgen dentro de nosotros, hay que estar alerta.

'Cospedal, nacionalcatolicismo tal cual', por Martín Sagrera

Involucionando hasta la época musulmana de identificación de nación con religión, Cospedal ha vuelto a exigir al Ejército que tenga banderas a media asta tres días en memoria de Jesús. Un nazareno al que mataron precisamente otros nacionalistas, por acusarle de querer ser rey (INRI), contra lo que el mismo proclamó. Muy católica, no es cristiana, como denunció ya hace tiempo a los de su ideología el jesuita Raúl Plus. Hoy, con nombre y apellidos, le han denunciado a ella desde el Defensor del Pueblo hasta muchos partidos por ese gesto “involucionista, de “regresión democrática”, ”incoherencia” y menosprecio descarado a la aconfesionalidad del Estado que exige nuestra Constitución. Sin embargo, nada más natural que quien ha demostrado su cruel maltratar a los pobres, enfermos y discapacitados, hasta perder por falta de piedad con su prójimo la presidencia de Castilla-La Mancha, intente esconder su verdadero ser con rasgos tan llamativos como ese, y poniéndose mantilla, visitando al Vaticano y dirigiendo procesiones como tantos otros clásicos fariseos contra los que ya nos advirtió Jesús.