No mires. Haz algo o huye. Somos, quienes habitamos la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar, como los turistas que se acercan a la erupción del Kilauea. Somos un poco como esos impávidos que paran el coche y se acercan caminando a la lava para fotografiarla. El narcotráfico y sus consecuencias transversales están ahí, desde antes de que, cíclicamente, los medios de comunicación empezaran a convertirlas en titulares visto y no visto, según la agitación de la audiencia. Sus fumarolas nos avisan de los consecuentes estallidos y estos llevan años salpicándonos a todos.

Narcopobreza

La mayor parte de la ciudadanía y sus representantes siguen a sus labores, pese a algún tiroteo producido justo a su lado, e incluso pese a que hay un niño menos en la escuela a la que van sus hijos o pese a que una madre o un padre ya no vayan a ir nunca más a recoger a los suyos, como hemos visto en las Noticias. Recuerdo la primera vez que entrevisté al cura Chamizo, años 90, y ya vivía amenazado por narcos que a los demás nos parecían de pacotilla. Era tan preocupante como que ahora flipen algunos chavales con Escobar (con el narco, no con Manolo). La pobre y la rica línea de costa que va del Mediterráneo malagueño al Atlántico gaditano, hasta el Peñón, es la preocupante avenida donde pobres de larga duración y ricos de golpe son carne de cañón y cañonazo en el tablero de la supervivencia y del narcolujo. Por ahí África y Europa se dan la mano en lancha rápida, aunque reviente el corazón.

Themis en huelga

Recordaba ayer el juez decano malagueño, José María Páez, que el martes próximo irán al paro, sólo en Málaga, unos 200 jueces y acusadores públicos. Páez pertenece a la denominada APM (Asociación Profesional de la Magistratura) pero son las cuatro asociaciones de jueces y las tres de fiscales las que dicen Basta. Se retrasan las medidas cautelares, se acumulan los juicios por juzgar e, incluso, las sentencias ejecutorias sin ejecutar. Se podrá pensar que ya hace tiempo que esto es así y que la judicatura enseña ahora músculo, como presunto poder independiente frente al político, por la incontinencia verbal del ministro Catalá contra el juez González en la sentencia de La Manada. Pero hace tiempo que, entre la Justicia, su propio CGPJ y los ministros del ramo (recuerdo el encontronazo con Gallardón) pintan bastos y las espadas estaban en alto.

Sin la venda

Como los intereses corporativos y políticos son siempre muchos, quizá sirva de algo simplificar para comprender cómo nos afecta el problema a todos (aunque el ´todos´ siempre signifique que afecta más a algunos o algunas que a otros u otras) Si la justicia es lenta, y no lo es porque todos los jueces sean vagos, es menos justicia. Y ello afecta en mayor medida a quienes están en una posición más vulnerable. Sobre las 18 medidas que exigen los magistrados se podrá discutir, posibles privilegios y corporativismos incluidos, pero no sobre la necesidad de reforzar más y mejor los juzgados, además de la necesidad de acelerar la tan traída y llevada Oficina Judicial (reorganización siempre pendiente, con el soporte y apoyo institucional adecuado, para que jueces y tribunales trabajen mejor al servicio de la sociedad) Si la Justicia es el tercer poder del Estado, reforzarla es más Estado. Y Estado somos todos, ¿no?

A 60 nudos

Y ahí es donde se duele, por ejemplo, el Campo de Gibraltar. En el retroceso de la presencia del Estado, según todo parece apuntar, por los recortes y la no adecuación progresiva al creciente problema de las fuerzas de seguridad en la zona. Guardias civiles y policías nacionales que, si no callan, se la juegan, como es su deber, por menos de lo que gana un mosso d´Esquadra o algún policía local (que en Málaga anda por los 33.000 euros anuales). Sin entrar en pormenores, conviene recordar que el sueldo de un policía al año es de 24.500 euros y de 24.000 euros el de un guardia civil; mientras que un mosso cobra 34.600 y un ertzaina 36.000 euros, una diferencia que alcanza hasta los 13.400 euros brutos). Por supuesto, los problemas también están en la falta de mayores incentivos desde la escuela para que un muchacho al que le hierve la sangre diga No, a pesar de que le ofrezcan hacerse casi ´rico´ de la noche a la mañana ´sólo´ vigilando o recogiendo o navegando con el miedo y la adrenalina zumbando a 60 nudos, unos 120 kms/h, con mala mar y viento de Levante en el Estrecho.

Postre Montero

Hay un comistrajo de partidismos y de nacionalismos excluyentes para digerir los problemas sociales que requieren inteligencia, voluntad y responsabilidad de Estado. Y de postre hay incoherencia en quienes dicen defenderla. Incoherentes son las declaraciones de la señora Montero respecto a que ella y su pareja se compran un chalet de lujo -y en eso no me meto, faltaría más- «emprendiendo un proyecto familiar». Como mi niño se está criando en un piso de barrio de tres habitaciones eso no debe de ser apostar por la familia. ¡Ay!... Porque hoy es sábado.