Espero con muchas ganas qué es lo próximo que va a hacer o proponer Elías Bendodo. Para apostar cuánto tardará el alcalde De la Torre en hacer o proponer lo contrario. A veces sólo tarda cinco minutos.

La principal oposición que tiene Elías Bendodo, presidente provincial del PP y de la Diputación, es Francisco de la Torre. Hay gente que tiene un grano en el culo y luego está Bendodo, que tiene a De la Torre. Tal vez Francisco Conejo, portavoz del PSOE en la Diputación, deba estar preocupado: el munícipe por antonomasia le picotea la moral a Bendodo tan eficaz y repetidamente como él. O más. El regidor desautoriza permanentemente cualquier idea de Bendodo, se alinea siempre en el bando contrario al que lo haga el presidente de su partido (tú Soraya, pues yo Cospedal) y uno va pensando en si es repugnancia lo que Bendodo despierta en el alcalde. Bueno, seguro que no. Lo más seguro es que sea un contrario pensar, una concepción diferente de las cosas. Claro.

La política hace extraños compañeros de alma. De sofá también. El senador Joaquín Ramírez y el alcalde, viejos enemigos, son ahora aliados. Ambos militan en el cospedalismo, como García Urbano, regidor de Estepona. Son los tres tigres. Erigidos y con las fauces de comer elías crudos bien afiladas. Han perdido. El primer round. Soraya Sáenz de Santamaría se ha impuesto con claridad en Málaga. Y aunque no fuera así (siendo así, más): es seguro que tal y como se están encajando las cosas, la principal tarea de ambos (de De la Torre y Bendodo) es eliminar al otro de la política. Todo va a precipitarse y el ajuste de cuentas con el perdedor va a ser rápido. En el PP se ha perdido el miedo a disentir. Bueno, hasta que alguien gane definitivamente en el congreso del 20-21 de julio.

Nos dejó dicho T. S. Elliot que «abril es el mes más cruel», si bien algunos dirigentes del PP pueden certificar que julio no le va a la zaga. Yo no sé si después de meter en la misma columna a Bendodo, De la Torre y Elliot puedo irme a descansar o a confesarme. O a lo mejor es que me he quedado descansando.

Cospedal quiso resumir ayer parte de su filosofía vital para el lance de las primarias y colgó un texto del Quijote. Lo malo es que es un párrafo que no pertenece a ese libro aunque se le atribuya con frecuencia. O sea, todo de pega, ligero, postizo, falsete. Le echarán la culpa al community manager. O a Cervantes, que es que no está en lo que está. No como el alcalde, siempre cruelmente atento. Esta vez, para dar un patinazo.