Javier Arenas Bocanegra está en capilla. Hasta ahora se ha ido de rositas, pero los papeles de Villarejo podrían sacar trapos sucios de la Fundación de Estudios Europeos, con socios del calado de Gerardo Galeote y a Luis Bárcenas. Algo debía haber cuando Loli de Cospedal inquiere a Villarejo que destape la olla. Ya son historias los clamorosos desencuentros de la Cospedal con Arenas que de no haber sido por la mediación de Rajoy hubieran hecho estallar el partido en dos. Desconozco si Arenas terminará teniendo un problema pero quién si los tienen son María Dolores de Cospedal y Pablo Casado que, después de tres días de rehuir a los periodistas, encerrado en un ciego pero esclarecedor mutismo, declara a los pies de la Virgen del Rocío, en Huelva, que él sólo responde ante quienes le votaron para la presidencia del PP. Cospedal, a un paso de la guillotina. Y si no, al tiempo. O Loli Cospedal toma las de Villadiego y anuncia ella misma su retirada o bien ya sabe lo que le espera. A Casado, tal cual Aznar, no le temblará el pulso si tiene que echarla a los leones.

Hay que recordar que cuando se dieron a conocer las conversaciones entre el excomisario y la ministra de Justicia Dolores Delgado, el PP, por boca de Casado y del irredento Rafa Hernando, le montaron a la ministra un pitoste de cojón, y con extremada dureza pidiendo su dimisión por mentir y promovieron, además, su reprobación en el Congreso de los Diputados. Como es sabido, y no hay que detenerse en ello porque ahí están las hemerotecas, Dolores de Cospedal es mentirosa compulsiva.

Estas grabaciones de Villarejo han destacado la realidad de las corrupciones que aquejan al PP y que le acechan desde hace años. Él sabe que es presidente gracias a Loli Cospedal, que el voto de quienes le apoyaban fue crucial para auparlo al poder. De no haber sido así hoy estaría al frente del PP Soraya Sáez de Santamaría. Casado, lo quiera o no, le debe la poltrona a Cospedal. La defensa tan tibia que ha hecho de quien fuera su secretaria general anuncia tormentas, rayos y truenos. En plena campaña para las andaluzas Casado descubre un flanco tremendamente débil que será objeto de ensañamiento, sobre todo por Ciudadanos, obsesionado como está en superar al PP en las urnas. Casado, como ya hiciera con su gratuito masters, se ve acorralado con golpes directos al hígado. Es su primera prueba. Veremos a ver si es capaz de dar la talla de lo que se espera de un partido como es el PP. La sombra de Villarejo es muy alargada y, dicen, habrá nuevas revelaciones que terminarán por demostrar que Loli Cospedal, con apoyo marital, hizo todo lo posible para abortar las investigaciones sobre la Gürtel. Y puede haber responsabilidades penales. ¿Qué hará, entonces, Casado?

El problema suscitado con estas conversación va más allá de lo esperado porque si tenemos en cuenta que Moreno Bonilla utiliza la corrupción como bandera de su campaña atacando a la Junta de Andalucía y a Susana Díaz posiblemente tendrá que recoger agua aunque, bien pensado, el líder de los populares andaluces seguirá con la matraca del asunto de los ERE como si la corrupción de su partido no fuera con él y le resbalar y seguirá con los dineros gastados en putas, esgrimiendo, además, que las cintas reveladas es para ocultar el juicio de los ERE, ya visto para sentencia.

Pero no será fácil engañar a los ciudadanos y proclamarse como abanderado de la limpieza política cuando la que fuera durante muchos años secretaria general de su partido se encuentra implicada (veremos sí actúa o no la fiscalía de oficio) en lo que ya propio Casado definió como las cloacas del Estado.

Lo que sí parece es que habrá nuevas revelaciones y en los circuitos internos de Casado se están tocando los fondillos.

P.D.- (1) En las elecciones andaluzas tomará cuerpo el process y más ahora cuando se conoce lo que fiscalía y abogacía del Estado piden para los 18 imputados. Susana Díaz deberá prepararse por lo que se le viene encima. PP y Cs le echarán la culpa de todo lo que está por venir.

(2) Habrá alguien en la izquierda capaz de reconocer que su incapacidad para dar respuesta a los problemas de hoy en la sociedad (olvídense del Estado de Bienestar) es lo que hace crecer como la espuma a los populismos fascistas, Bolsonaro, por ejemplo.