Hay mujeres trabajadoras en España, Andalucía y Málaga cuyo empleo no es considerado como cualquier otro. Pareciera que las personas que lo llevan a cabo son de cuarta o quinta categoría, que no merecen disfrutar de los mismos derechos que otros trabajadores o trabajadoras.

El empleo de hogar y cuidados es invisibilizado, feminizado, empobrecido y sigue sin recibir el trato digno y reconocimiento por parte de las instituciones públicas, siendo desvalorizado también por una parte de la sociedad.

Desde esta honda preocupación que sentimos, muchas personas trabajadoras del hogar, asociaciones, entidades que luchamos por una mejora del sector, decidimos trabajar juntas con la firme intención de transformar de raíz la actual organización social de los cuidados por injusta y patriarcal .

Son muchas las respuestas y acciones que se están llevando a cabo para intentar cambiar esta situación. Una de ellas fue la reunión que mantuvimos en Bilbao los días 10 y 11 de noviembre de 2018 durante las «Jornadas sobre Trabajadoras de Hogar y de Cuidados» en la que participaron al menos 180 mujeres de más de 25 organizaciones de España, Honduras, Nicaragua y El Salvador. Tras dos jornadas intensas en las que compartimos distintos procesos organizativos informamos en nuestras respectivas ciudades de los acuerdos alcanzados, lo cual haremos también más adelante a nivel de todo el territorio español con las adhesiones de más entidades que no estuvieron en Bilbao.

En líneas generales las conclusiones fueron, en primer lugar, seguir insistiendo en lo que llevamos años pidiendo: la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para las trabajadores y trabajadoras domésticas anunciada por el Gobierno, algo que no creeremos hasta que no veamos plazos con fechas concretas de aplicación. En segundo lugar, reclamamos la integración plena en el Estatuto de los trabajadores y en el Régimen General de la Seguridad Social, una reivindicación que es de justicia. No pedimos nada especial, sino simplemente poder disfrutar de los mismos derechos que cualquier trabajador o trabajadora, ni más ni menos.

Con la Enmienda 6777 incluida en los Presupuestos de 2018, el Gobierno volvió a retrasar unos derechos que son fundamentales. Es por esta razón que en nuestras movilizaciones decíamos que no estábamos dispuestas a esperar más para que se acabara con la discriminación histórica de nuestro colectivo. Seguimos exigiendo lo mismo al nuevo Gobierno y a los partidos políticos que lo respaldan: es necesario que se incluya la prestación por desempleo e iguales condiciones de acceso a la jubilación. Con respecto a las trabajadoras internas, en ningún empleo se realiza un trabajo como este y por ello creemos necesario que desaparezca. Asimismo, nos parece que se deben reconocer de forma plena los derechos fundamentales de las personas migrantes.

Desde nuestra responsabilidad no vamos a parar, no nos creemos las declaraciones de buenas intenciones. Sería diferente si en las mesas de diálogo social hubiera una presencia de este sector y por eso seguiremos trabajando en Málaga y en el resto de ciudades de España. Es importante que cada día más trabajadoras conozcan sus derechos y las carencias del Real Decreto que regula la relación laboral de este sector. Por ello celebraremos el próximo mes de marzo en Torrox unas jornadas que reunirán a un gran grupo para que desde Málaga se oiga nuestro grito: ¡Plenos derechos para las trabajadoras del hogar y de cuidados!

*Laura Guillén Ramón es miembro de la Plataforma de trabajadoras del hogar y de cuidados de Málaga