La gran competición del baloncesto español abre sus puertas con el Unicaja como protagonista. El equipo de Luis Casimiro llega en un buen momento a la Copa y los sueños se han disparado. Las sensaciones son las mejores de los últimos años y desde dentro se transmite energía positiva. «Vamos con humildad pero la expectativa es alta. Ganar la Copa es un sueño y mis sueños se cumplen» dijo ayer el entrenador. Eso es bueno, pero manteniendo los pies en el suelo. No hay que olvidar que en los últimos 13 años el equipo verde sólo ha ganado 4 partidos en la Copa, dos al Gran Canaria y una vez a Bilbao y Estudiantes. Es decir que desde el título de 2005 no ha ganado a ninguno de los grandes.

La cara del equipo es, sin embargo, distinta a otros años. Hasta la suerte se ha puesto la camiseta verde y después de perder en la última jornada la posición de cabeza de serie, el sorteo arregló el problema y los puso a jugar el jueves para tener un día de descanso en la competición, todo un tesoro.

El primer rival será el Iberostar Tenerife, un histórico que vive los mejores años de su historia. Después de una larga travesía del desierto, el CB Canarias entonces llamado Cafisa Canarias fue uno de los fundadores de la Liga ACB. Un equipo que como Caja Canarias traería a España a jugadores como Kurt Nimphius, el americano de la NBA con look surfero que cobraba un millón de pesetas o los a la vez geniales y polémicos a la vez, Mike Harper y Eddie Lee Phillips. Eddie dejo la competición después de tres años con una media superior a los 30 puntos tras ser el protagonista de un tiroteo en un conocido local en la Playa de las Américas. Hay muchas versiones sobre el hecho pero todas coinciden en una cosa, Phillips saco una pistola, para la que no tenía licencia, y efectuó varios disparos rompiendo unas cristaleras e hiriendo a una joven. Los dos fueron detenidos. Phillips pasó 72 horas en la comisaria y tuvo que pagar 2 millones de pesetas de multa. Poco después dejó el país. Hoy ambos se han reformado y se arrepienten de aquel pasado. Phillips trabaja en una cadena de electrodomésticos en su Alabama natal y no se cansa de pedir perdón por aquello. Se casó, acabó su carrera y tuvo una hija, Alexandria, que fue una estrella del voleibol universitario como cuenta Javier Ortiz en ACB.com. Harper es propietario de una agencia de seguros y dirige una ONG que ayuda a los más necesitados, la Grassharper Foundation.

Los líderes del equipo tinerfeño de hoy igual no tienen tanto talento puro, pero lo saben utilizar mucho mejor. Entre ellos destaca Javier Beirán, al que Daniel Barranquero bautizó como «el poeta». El jugador que es licenciado en Administración de empresas y Periodismo, ha realizado un curso avanzado de Escritura Creativa, le gusta leer a Javier Marias o la poesía de Lorca y la Generación del 27, es un experto fotógrafo y amante de la música Indie y la música española, Supersubmarina, Vetusta Morla o Quique González. Aprovecha sus ratos libres para jugar al golf con sus compañeros de equipo. Beirán se ha convertido en uno de los jugadores más completos de nuestro país y sólo las lesiones le han alejado en últimos años de la selección. Una selección a la que vuelve en las ventanas con el objetivo de cumplir su gran sueño: «Jugar unos JJOO como hizo mi padre».

Colton Iverson es la otra gran estrella de este quipo junto a Abromaitis y San Miguel pero cuidado con Davin White. El combo de South Phoenix vuelve al equipo para suplir al polémico McFadden y será una pieza importante en el equipo a sus 37 años. Davis nunca lo tuvo fácil y siempre a parecía como el perdedor de todas las historias. Criado por su abuela junto a sus 6 hermanas jugaba al baloncesto para huir de las calles. Estuvo un año sin jugar, estudiando y trabajando en un supermercado desde las 11 de la noche hasta las 6 de la madrugada. No jugó para las mejores universidades ni fue elegido en el draft, en México no le pagaron y cuando pudo debutar en los Phoenix Suns, el equipo de su ciudad, su sueño de niño, la avaricia de su agente le dejo sin oportunidad. Después de destacar en la liga alemana y ser máximo anotador acabó jugando en Bulgaria, otra vez gracias a su agente, donde para variar tampoco le pagaron. Pero Davin no se rindió y en 2013, ya con 32 años llegó a Israel donde fue feliz y además le pagaban. Y después apareció la oportunidad de venir a España, a Manresa, donde comenzó a disfrutar a tope de su profesión. Su mujer Bianka tiene raíces españolas y habla perfectamente nuestro idioma. Su abuelo era de Cieza y su abuela de Roquetas de Mar. Después llegó a Tenerife. Ahora disfrutando de sus últimos años en el baloncesto busca su gran momento, sin presión y luciendo el 34 de su admirado Charles Barkley.

Es la primera piedra en un camino difícil donde habrá que romper la maldición que persigue al equipo desde hace 13 años. Suerte y a por la Copa.