La primavera nos sorprende hoy con aire fresco, como si el invierno también quisiera estar presente en su despedida, dando sus primeros pasos abrigada por una alfombra roja que le traslada al 22 Festival de Málaga Cine en Español. Comenzará a las 22 horas y 58 minutos, en el ecuador de una agotadora semana donde la urbe está inmersa en el desarrollo del cine en habla española, potenciando el amplio horizonte de nuestra singular cultura cinematográfica, enmarcada por su constante dinamismo.

Si en Málaga se habla de primavera y de jornadas derrengadas junto a la gran pantalla, los datos del estudio Barómetro del cansancio de los españoles, realizado por la compañía Alpha Research, revelan que siete de cada diez andaluces se sienten agotados. Los causantes de este cansancio son básicamente la mala calidad del sueño, los horarios laborales, la falta de ejercicio y la exposición permanente a las nuevas tecnologías, que incrementa la sensación de fatiga al final del día. De hecho, el 70,7% de los encuestados declara sentirse muy cansado o cansado. A estas sintomáticas e inquietantes cifras, tendríamos que sumar la extenuación permanente padecida por un alto porcentaje de malagueños debido a la expoliación continuada de su Patrimonio Histórico.

Según publica Alfonso Vázquez en este periódico, Villa Maya -en El Limonar-, casa del cónsul honorario de México, Porfirio Smerdou, «considerado el Schindler de la Guerra Civil en Málaga», ha sido demolida al no encontrarse catalogada como edificio protegido por el PGOU. Este emblemático lugar, con innegable consideración histórica gracias a la generosidad de su anfitrión, ocultó a unas 580 personas de los dos bandos en el transcurso del desolador enfrentamiento. Queda derruida una parte de nuestra historia que hubiera servido como un excelente testigo y refugio de la concordia. Craso error.