Me asomo hoy a las páginas de La Opinión de Málaga para participar con satisfacción en este aniversario redondo de 20 años que el periódico cumple en su compromiso informativo con la sociedad de Málaga y de su provincia. Desde mi llegada a Málaga siempre encontré en La Opinión y en sus profesionales unos referentes serios e independientes, algo que a veces te lleva a diferencia de visión y de opiniones, pero siempre fue desde la corrección, desde el respeto y desde la pasión mutua por nuestro deporte, el baloncesto. Siempre sentí que cualquier motivación, incluso en momentos de discrepancia o de conflicto, estaba fundamentada desde la profesionalidad y digamos que los momentos emocionalmente más intensos, por encima de la línea, siempre fueron motivados por el gran amor que La Opinión ha mostrado incondicionalmente por el equipo, por el club y por la ciudad.

Como entrenador del Unicaja durante muchos años he sido testigo y ha sido muy importante para nosotros ver como la apuesta del periódico por el baloncesto y por el Unicaja se mantuvo firme incluso en los momentos más complicados, esos en los que económicamente no solo La Opinión, sino toda la prensa de Málaga escrita pasó por apuros. Sin embargo, su apuesta siguió viva, se mantuvo firme y creo sinceramente que con unos resultados muy positivos porque es evidente la consideración, el respeto y el cariño que tiene vuestro periódico por parte de los profesionales y de la afición. Y eso ahí queda.

Tengo que decir con satisfacción que, en general, la prensa de baloncesto de Málaga tiene un nivel alto de profesionalidad, de conocimiento y de pasión, que no es poco. Además, tiene un nivel de competencia interna muy bueno entre los tres periódicos de la ciudad, con un respeto mutuo que es de aplaudir. Muchas veces, en otros sitios, ocurre eso de que si uno está a favor de uno, el otro se pone en contra, o alguien se inventa una noticia para cambiar la realidad a lo que más le conviene... Esto nunca pasa en Málaga. Y eso es algo muy positivo.

En lo personal, es fundamental que las caras visibles del seguimiento del baloncesto en Málaga son las mismas desde hace bastante tiempo. Esto es bueno también porque a la larga es una componente de confianza, una componente de fiabilidad y da una sensación de familiaridad, incluso, como apunté antes, desde la diferencia de opinión y de criterios que pueden surgir en cuestiones puntuales.

En los últimos años, el impulso de la edición digital de La Opinión ha sido importante también para que los que estamos fuera vivamos informados al segundo de lo que ocurre en Málaga. Para mí es mi tierra adoptiva y siempre está presente en mi corazón. Mi trayectoria profesional, tras abandonar el banquillo del Unicaja me ha llevado por diversos proyectos y distintos países. El estar lejos de casa muchos meses al año, como me ocurre ahora como técnico ayudante de los Raptors de la NBA, se hace menos duro gracias, entre otras cosas, a lo fácil que es estar conectado a la actualidad deportiva o de cualquier otro ámbito gracias a medios digitales como La Opinión de Málaga.

En definitiva, que La Opinión de Málaga cumple 20 años. Dos décadas siendo uno de los altavoces de todo lo que ha pasado en Málaga, en su provincia, en Andalucía y en el mundo. Para los malagueños que están en casa y para los que están fuera de Málaga.

Mi enhorabuena y mi felicitación desde Toronto, Canadá, para toda su redacción, para su staff y para todos los profesionales que hacen en la actualidad o han contribuido en el pasado a hacer posible cada día este proyecto editorial. ¡Muchas felicidades y que sean muchos años más!

*Scariolo es seleccionador nacional de baloncesto y entrenador asistente de los Toronto Raptors