Después de la promulgación de la Constitución de 1978, y acabado el proceso constituyente se preveían los procesos electorales lógicos. Y será el año 1979, el elegido con dos citas electorales, siendo la primera, la renovación de las Cortes cuyas elecciones se celebraron el 1 de marzo y la otra la renovación de las corporaciones locales del franquismo, tan necesaria para la democratización de la vida política española.

Mediante Real Decreto se convocaban las elecciones locales, cuya fecha quedó fijada para el 3 de abril.

La aplicación de la legislación electoral en Málaga facilitaba la elección de 1.109 concejales, de ellos 29 correspondían a Málaga capital.

En la elecciones generales del 1 de marzo había quedado diseñado el sistema de partidos tras la desaparición en las de 1977, de lo que se denominó «sopa de siglas políticas».

El PSOE se había consolidado como el primer partido, por su tradición histórica en la provincia. Por ello, los socialistas concurren a estas elecciones para cambiar la vida local con una política de honestidad y lucha contra la corrupción.

El otro gran partido del sistema estaba representado por UCD que había empatado en escaños con los socialistas, un partido que se había creado en Málaga con cierta precipitación, al ser el partido gubernamental, su campaña tuvo como slogan «hilo directo con el gobierno».

EL PCE, que había actuado de motor del movimiento vecinal durante el franquismo, contemplaba estas elecciones como una esperanza abierta para fortalecer la incipiente democracia.

La novedad fue la aparición de un partido nacionalista representado por el PSA, que había obtenido casi el 12% de votos y la elección de 1 diputado, alentó sus pretensiones con la consigna «y ahora andalucistas a los ayuntamientos».

La formación de las candidaturas con la etiqueta de independiente, fue otra de las novedades en estas elecciones, hasta un total de 36 . En estos grupos primaba más el arraigo del localismo que las ideas.

Así pues, UCD presentó candidaturas en 92 municipios, mientras que el PSOE en 83 , el PCE 66, PSA en 25, Independientes en 36, PTA-ORT 22 , CD en 6, entre otros .

Tras el recuento electoral y con una participación del 68% y una abstención de un 32%, y con unas incidencias mínimas en el desarrollo de las votaciones pues , solamente fue en Villanueva de Tapia, donde hubo impugnación, aplazando las elecciones para octubre.

El PSOE obtuvo un total de 347 concejales venciendo en 27 municipios, de ellos 16 mayorías absolutas. En Málaga capital fue ganador con el 34% de los votos y 11 concejales, donde se eligió como alcalde al socialista Pedro Aparicio.

Mientra tanto la UCD obtuvo 450 concejales, venciendo en 32 municipios y 27 mayorías absoluta.

Las candidaturas del PCE iban a ser las terceras más votadas, ya que los comunistas obtendrían 197 concejales, venciendo en 15 municipios, y obteniendo mayoría absolutas en Ardales, Arenas, Parauta, Humilladero y Teba.

El voto nacionalista representado por el PSA obtendría 71 concejales con tres mayorías absolutas , y con importante implantación en Archidona, Coín y Ronda.

Las candidaturas de los independientes alcanzaron 161 concejales, triunfando en más de 16 municipios.

La sorpresa fue la victoria del PTA en Estepona, donde obtendría 8 concejales y la alcaldía representada por Antonio Murcia.

De los 1.109 concejales que tomaron posesión, la mayoría eran hombres, mientra apenas llegaban a 28 las mujeres. En Málaga capital salieron elegidas María Gloria Fernández y Brenea Chaves por el PCE, Pilar Oriente, PSOE y María del Carmen Jiménez, PSA. En Colmenar se erigía como la primera alcaldesa Isabel Rodríguez, por la crisis que sufrirá el pacto PSOE-PCE a lo largo del mandato.

Fuera de las mayorías absolutas que aseguraban las alcaldías sin pactos, la desigual distribución de poderes tanto en la capital como en el marco provincial facilitó la alianza de las diversas fuerzas políticas. Y lo más destacado fue el pacto de izquierda entre PSOE-PCE, al que se uniría el PSA. Mientras que UCD llegaría a acuerdos con las candidaturas independientes cercanas a su ideología. El reparto de alcaldías quedó de la siguiente forma: PSOE, 32 alcaldes. UCD, 28. PCE ,18. Independientes, 16. PSA, 4 y PTA, 1.

Una vez transcurrido el periodo de las constituciones de los ayuntamientos, pasaría a constituirse la Diputación Provincial, cuya elección era indirecta, ya cada junta de zona procederá a asignar a cada uno de los partidos, coaliciones o agrupaciones el número de diputados que corresponda, de acuerdo con los siguientes criterios. Primero se ordenará en columnas los partidos, coaliciones y agrupaciones que hayan concurrido a la elecciones municipales de mayor a menor número de concejales que hayan obtenido en el Partido Judicial. Dividiéndose el total de concejales por 1, 2, 3, etc., hasta el número igual al de puestos de diputados correspondiente al partido judicial, formándose un cuadro. Atribuyéndole los puestos a las listas que tengan mayores cocientes, procediéndose por orden decreciente de éstos. Cuando en la relación de cocientes, coincidan dos correspondientes a distintas listas, la vacante se atribuye a la lista que tenga mayores concejales.

Por ley correspondían a Málaga 27 diputados provinciales, distribuidos en los partidos judiciales de Málaga capital 9 diputados, Vélez-Málaga 4, Antequera 5, Ronda 3 y Marbella 6.

La sesión constitutiva de la Diputación, como se prevenía, tendría lugar el 26 de abril. De nuevo el pacto de izquierda se trasladaba a la Diputación, donde PSOE y UCD estaban empatados con 12 diputados provinciales, pero los 3 obtenidos por el PCE facilitaron que Enrique Linde Cirujano, por parte del PSOE, fuera el primer presidente de la Diputación de Málaga en la nueva etapa democrática.

* José Velasco Gómez es Doctor en Historia Contemporánea